El sentido de un final
El sentido de un final

El sentido de un final

Tony Webster y su pandilla conocieron a Adrian en el instituto. Eran tres, como los mosqueteros, y luego cuatro, cuando se les unió Adrian. Hambrientos de sexo, de saber, de literatura, atravesaron juntos una desgarbada adolescencia con una permanente sequía de chicas, intercambiando poses, chistes y chismes, humor e ingenio. Quizá Adrian fuese un poco más serio que los demás, y desde luego el más inteligente, pero los cuatro se prometieron seguir siendo amigos para siempre. Y así fue en los primeros tiempos de universidad y las primeras novias, hasta que la vida de Adrian dio un vuelco trágico y todos, especialmente Tony, miraron hacia otro lado, se alejaron, hicieron lo posible por olvidar. Ahora Tony vive solo en un pacífico y próspero retiro, tras una vida opaca que poco tiene que ver con la que fantaseaba en su juventud. Está divorciado desde hace años, aunque mantiene una relación amistosa con su ex mujer, y tiene una hija ya casada.

Y un día recibe una carta de un abogado: Sarah Ford, la madre de Veronica, su primera novia, le ha legado quinientas libras y un sobre con un manuscrito. Le entregan el dinero y una carta de Sarah, donde insinúa que es una compensación por el maltrato, la humillación que sufrió en su primera visita a la familia de Veronica. Pero el manuscrito nunca llega.

Y Tony averigua que son los diarios de Adrian, que ahora están en manos de Veronica y no piensa entregárselos. Y estos diarios, que el narrador está ansioso por conseguir y el lector ansioso por leer, son el oscuro, enigmático corazón de una novela espléndida, premiada con el prestigioso Man Booker, y en la que, como afirmaba Tony en sus discusiones de estudiante, «la Historia son las mentiras de los vencedores, pero también las mentiras con que se engañan a sí mismos los vencidos». Y la memoria no es más que una construcción cambiante, versiones que adaptamos a aquello en lo que nos vamos convirtiendo.

«Una obra que arde lentamente, controlada pero llena de suspense, y donde cuenta cada frase, astuta, perfectamente urdida... Nos atrapa como una novela policíaca, una indagación sobre la memoria y la moral que hace estallar un apocalipsis íntimo» (Boyd Tonkin, The lndependent).

«Un libro breve, pero no ligero. Julian Barnes revela en El sentido de un final verdades cristalinas que han tardado toda una vida en endurecerse. Y Barnes ha afilado sus aristas, y las ha pulido hasta darles un brillo enceguecedor» (Liesl Schillinger, The New York Times).

«La ficción, escribe Barnes en Nada que temer, quiere contar todas las historias con todas sus ambigüedades, sus ambivalencias, sus contradicciones imposibles de resolver. Y en El sentido de un final es fiel a ese deseo imposible de una manera original, fértil, memorable» (Justin Jordan, The Guardian).

ISBN978-84-339-7852-3
EAN9788433978523
PVP CON IVA16.90 €
NÚM. DE PÁGINAS192
COLECCIÓNPanorama de narrativas
CÓDIGOPN 822
TRADUCCIÓNJaime Zulaika
PUBLICACIÓN08/11/2012
OTRAS EDICIONESCompactos (CM 634)
ISBN978-84-339-3406-2
EAN9788433934062
PVP CON IVA8.99 €
CÓDIGOPN 822
TRADUCCIÓNJaime Zulaika
PUBLICACIÓN08/11/2012
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Julian Barnes

Julian Barnes

Julian Barnes (Leicester, 1946) se educó en Londres y en Oxford. Está considerado una de las mayores re­velaciones de la narrativa inglesa de las últimas déca­das. En Anagrama se han publicado sus novelas Me­trolandia (Premio Somerset Maugham 1981), Antes de conocernos, El loro de Flaubert (Premio Geoffrey Faber Memorial y, en Francia, Premio Médicis), Miran­do al sol, Una historia del mundo en diez capítulos y medio, Hablando del asunto (Premio Femina a la mejor novela extranjera publicada en Francia), El puercoes­pín, Inglaterra, Inglaterra, Amor, etcétera, Arthur & George, El sentido de un final (Premio Booker), Niveles de vida y El ruido del tiempo, los libros de re­latos Al otro lado del Canal, La mesa limón y Pulso, el delicioso tomito El perfeccionista en la cocina y el libro memorialístico Nada que temer. Ha recibido tam­bién, entre otros galardones, el Premio E. M. Forster de la American Academy of Arts and Letters, el William Shakespeare de la Fundación FvS de Hamburgo y el Man Booker, y es Chevalier de l’Ordre des Arts et des Lettres.

Fotografía © Urszula Soltys