No es fácil ser hijo de un viejo rockero. No es fácil ser hijo de unos padres que fueron jóvenes en los sesenta y a duras penas se han hecho adultos. No es fácil ser hijo de una pareja en crisis en plena separación. Gabriel es un niño que está entrando en las turbulencias de la adolescencia, es un artista adolescente en potencia que sueña con ser director de cine, descubre asombrado que sus dibujos cobran vida y oye la voz de su hermano gemelo muerto hace años dándole consejos.

La creatividad y la ensoñación son vías de escape para un chico cuyo entorno se desmorona: su padre, bajista de rock que, tras un grotesco accidente en el escenario, hace décadas que no trabaja, ha sido expulsado de la casa familiar por su mujer y malvive en un cochambroso edificio repleto de inmigrantes y personajes poco recomendables; su madre ha buscado trabajo como camarera, trae a casa a amantes imposibles que siempre están borrachos y ha contratado a una inmigrante de un país ex comunista que habla un inglés indescifrable para que cuide de Gabriel... Pero todo cambia cuando su padre recibe la llamada de Lester Jones, ídolo del glam rock, que se convirtió en un icono con lentejuelas, maquillaje y botas de plataforma, y que sigue siendo idolatrado por los fans. Lester le regala a Gabriel un dibujo que le ayudará a cambiar la situación familiar...

Con un Londres cosmopolita y canalla como telón de fondo, Hanif Kureishi explora en este libro las complejas relaciones entre un padre disfuncional y su hijo, el descubrimiento del mundo adulto por parte de un niño y el poder de la creatividad como forma de enfrentarse a las paradojas de la vida... Y prosigue con sus brillantes indagaciones en las contradicciones y desconciertos de la institución familiar...

«Un cuento contemporáneo que marca una etapa conmovedora en la evolución del autor» (Nelly Kaprielian, Les lnrockuptibles).

«Una meditación sobre los temas queridos al autor: las relaciones paternofiliales, el amor en fuga, las parejas en crisis, la capacidad de cada uno para transformar su existencia... Marca una etapa importante en su carrera» (Florence Noiville, Le Monde).

«Escrita con un estilo directo puntuado por imágenes inusuales y a menudo muy divertidas, Kureishi da una vuelta de tuerca al tema de las complejidades de la vida adulta vistas a través de los ojos de un niño... Uno de los más interesantes escritores de su generación» (Katie Owen, Sunday Telegraph).