El placer del viajero
El placer del viajero

El placer del viajero

Esta novela transcurre en Venecia —aunque el lector jamás comete la inelegancia de describir la ciudad, ni siquiera citarla— y, como escribiera Frank Kermode, las novelas situadas en Venecia, por alguna razón, tienden a ser siniestras, como si hubiera dicho algo en dicho lugar que confundiera las expectativas de la ordinaria decencia.

En esta historia de cuatro personajes, Colin y Mary, amantes desde hace varios años, de posición relativamente acomodada, pasan sus vacaciones en esta ciudad anónima, haciendo el obligado turismo y sintiendo ese estado de disociación que a menudo se experimenta en las ciudades ajenas; inhábiles en el manejo de los mapas, se extravían a menudo, pasan gran parte del tiempo en la cama, fumando yerba, haciendo el amor sin excesiva pasión...

Tras conocer a un misterioso italiano, casado con una canadiense, se ven progresivamente envueltos en la relación con esta pareja, que parece estar fascinada por ellos. Los encuentros son agradables, casuales... pero hay en el aire, casi desde el principio, algo amenazador, sofocante, inexplicable. Colin y Mary, súbitamente aislados y vulnerables, son arrastrados hacia algo desconocido, conducidos a acciones y sentimientos más allá de su control.

lan McEwan ha afilado su prosa, admirablemente lacónica, para narrar esta historia y, con la habilidad de un experto torturador, esparce ocasionales migajas de confort, cuando la tensión resulta intolerable, tan sólo para hurtarlas inmediatamente después, en beneficio del horror.

«Se descubre lentamente que las obsesiones eróticas de esa pareja reflejan, peligrosamente, las juguetonas prácticas de Colin y Mary, y que su mortífero designio, una vez desvelado, sugiere que la violencia sadomasoquista, es el espantoso nexo de todo deseo heterosexual... algo que ha ido siendo sugerido a lo largo del libro.» (Victoria Glenndining).

«Su pluma es letal, diabólicamente precisa tanto en lo tierno como en lo cruel... El talento de McEwan prolifera en un extraño y original terreno, que le pertenece por entero» (Angela Hutch).

«En un sentido profundo, casi onírico, el libro habla de la mutua explotación sádica de los sexos... Admiramos el control, la deliberada construcción de un clima que es a la violencia lo que los cuadros de Turner a Venecia» (Frank Kermode).

ISBN978-84-339-3019-4
EAN9788433930194
PVP CON IVA7.2 €
NÚM. DE PÁGINAS164
COLECCIÓNPanorama de narrativas
CÓDIGOPN 19
TRADUCCIÓNBenito Gómez Ibáñez
PUBLICACIÓN01/01/1982
OTRAS EDICIONESCompactos (CM 262)
ISBN978-84-339-4110-7
EAN9788433941107
PVP CON IVA7.99 €
CÓDIGOCM 262
TRADUCCIÓNBenito Gómez Ibáñez
PUBLICACIÓN22/01/2020
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Ian McEwan

Ian McEwan

Ian McEwan (Aldershot, Reino Unido, 1948) se licenció en Literatura Inglesa en la Universidad de Sussex y es uno de los miembros más destacados de su muy brillante generación. En Anagrama se han publicado sus dos libros de relatos, Primer amor, últimos ritos (Premio Somerset Maugham) y Entre las sábanas, las novelas El placer del viajero, Niños en el tiempo (Premio Whitbread y Premio Fémina), El inocente, Los perros negros, Amor perdurable, Amsterdam (Premio Booker), Expiación (que ha obtenido, entre otros premios, el WH Smith Literary Award, el People’s Booker y el Commonwealth Eurasia), Sábado (Premio James Tait Black), En las nubes, Chesil Beach (National Book Award), Solar (Premio Wodehouse), Operación Dulce, La ley del menor, Cáscara de nuez, Máquinas como yo, La cucaracha y Lecciones y el breve ensayo El espacio de la imaginación. McEwan ha sido galardonado con el Premio Shakespeare.

Foto © Maria Teresa Slanzi.


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