Álvaro Enrigue (México, 1969) ganó el Premio de Primera Novela Joaquín Mortiz en 1996 con La muerte de un instalador. En Anagrama ha publicado las novelas Hipotermia (2005): «Gran altura y fascinante originalidad» (J. A. Masoliver Ródenas, La Vanguardia); «Uno de esos falsos libros de cuentos que circulan por ahí disfrazados de novelas, pero tampoco una novela convencional; es un libro anfibio por naturaleza» (Guadalupe Nettel, Lateral); Vidas perpendiculares (2008): «Excelente novela... Culmina en unas páginas de un poder arrasante» (Carlos Fuentes); Decencia (2011): «Actualiza las novelas mexicanas de la Revolución y les devuelve una ambición no exenta de ironía y desencanto» (Patricio Pron, El País); «Una escritura que apunta a Jorge Luis Borges, a Roberto Bolaño (sobre todo el Bolaño desencantado y agudo de El gaucho insufrible), a Malcolm Lowry y a Carlos Fuentes, aunque la región de Enrigue nada tenga de transparente» (Mónica Maristain, Página/12), Muerte súbita (Premio Herralde de Novela 2013): «Espléndida novela para tiempos de crisis» (Jesús Ferrer, La Razón); «Una novela a la altura de su desmesurada ambición» (J. A. Masoliver Ródenas, La Vanguardia); «Cautivadora» (Lorna Scott Fox, The Washington Post) y Ahora me rindo y esto es todo «reta los límites de la novela histórica» (Nicholas Casey, The New York Times), así como el ensayo Valiente clase media. Dinero, letras y cursilería: «Un libro inteligente, audaz, perspicaz, que merece un lugar entre la mejor crítica literaria en español de los últimos años» (Ernesto Hernández Busto, Letras Libres).
Fotografía: © Mariana Sevilla de los Ríos.