La última oportunidad
«La lacónica escritura de Ford tiene la abrupta y desgarradora claridad de la sirena de un coche de policía. Ningún otro autor escribe sobre los marginales, con mayor maestría» (Penny Perrik, The Sunday Times).
Harry Quinn combatió en Vietnam, y a los treinta y un años ha visto y vivido demasiado. Ahora está en Oaxaca, en México. Rae, una de las pocas mujeres que ha amado, con la que intentó vivir y de la que se ha separado hace unos meses, le ha pedido que se encuentre con ella en esa ciudad para ayudarla a sacar a su hermano Sonny de la cárcel. El joven está entre rejas porque le cogieron con un kilo de cocaína. Pero un abogado listo y con amistades, y los diez mil dólares que traerá Rae, pueden hacer que un juez sin excesivos escrúpulos ni demasiadas ganas de hacer preguntas firme el documento necesario para que le pongan en libertad. Todo parece marchar sobre ruedas, aunque éstas sean mexicanas y a Quinn le parezcan rechinantemente lentas. Pero muy pronto comienzan las complicaciones. Para empezar, Sonny parece tener una increíble capacidad para hacerse enemigos, y la gente para la que «trabajaba» está convencida de que les ha estafado y se ha hecho encerrar para tapar las huellas del engaño.
Y Oaxaca, que semejaba un paraíso turístico, se irá revelando como una ciudad barroca y terrible, donde turistas y marginales, traficantes de drogas y guerrilleros, militares despiadados y policías corruptos se cruzarán en una danza mortal.
«La lacónica e irresistible escritura de Ford tiene la abrupta y desgarradora claridad de la sirena de un coche de policía. Ningún otro autor escribe sobre los alienados, sobre los marginales, con mayor maestría» (Penny Perrik, The Sunday Times).
«La construcción de la atmósfera es extraordinaria. Su Oaxaca, donde las luces brillan siempre como si fuera Navidad, es una ciudad turística sometida a la ley marcial. Esta es la obra de un novelista increíblemente talentoso» (Walter Clemons, Newsweek).
«La escritura de Richard Ford es lacónica y magistral en su áspera simplicidad. Los personajes, llenos de vida, de ira, de miedo y desesperada esperanza, son estremecedoramente reales. Una novela conmovedora, espléndida (Philadelphia lnquirer).
«Ford es un maestro de la literatura contemporánea. La última oportunidad, con su sombría visión de la pérdida absoluta, seguida por una redención ganada combatiendo hasta el último cartucho, debe figurar junto a novelas como Bajo el volcán, de Malcolm Lowry, y El poder y la gloria, de Graham Greene. Esta es una novela que merece las más altas calificaciones» (Raymond Carver).
Sinopsis
Harry Quinn combatió en Vietnam, y a los treinta y un años ha visto y vivido demasiado. Ahora está en Oaxaca, en México. Rae, una de las pocas mujeres que ha amado, con la que intentó vivir y de la que se ha separado hace unos meses, le ha pedido que se encuentre con ella en esa ciudad para ayudarla a sacar a su hermano Sonny de la cárcel. El joven está entre rejas porque le cogieron con un kilo de cocaína. Pero un abogado listo y con amistades, y los diez mil dólares que traerá Rae, pueden hacer que un juez sin excesivos escrúpulos ni demasiadas ganas de hacer preguntas firme el documento necesario para que le pongan en libertad. Todo parece marchar sobre ruedas, aunque éstas sean mexicanas y a Quinn le parezcan rechinantemente lentas. Pero muy pronto comienzan las complicaciones. Para empezar, Sonny parece tener una increíble capacidad para hacerse enemigos, y la gente para la que «trabajaba» está convencida de que les ha estafado y se ha hecho encerrar para tapar las huellas del engaño.
Y Oaxaca, que semejaba un paraíso turístico, se irá revelando como una ciudad barroca y terrible, donde turistas y marginales, traficantes de drogas y guerrilleros, militares despiadados y policías corruptos se cruzarán en una danza mortal.
