Son cosas que pasan
Son cosas que pasan

Son cosas que pasan

Una aristócrata descubre un inquietante secreto sobre su pasado, con la ocupación nazi de Francia como telón de fondo. 

París, 1945. En la iglesia de Saint-Pierre-de-Chaillot, ubicada en uno de los barrios más elegantes de la ciudad, se celebra un funeral. La difunta es la princesa Natalie de Lusignan, duquesa de Sorrente, que ha fallecido demasiado joven. Ante los asistentes, el joven sacerdote loa a la muerta como esposa, madre y cristiana ejemplar.

¿Lo fue? La guerra y la ocupación nazi supusieron una dura prueba para todos los franceses, también para la clase más privilegiada, que creía poder seguir viviendo aislada de las miserias del mundo. Natalie se mueve por los salones de la aristocracia como pez en el agua, pero es también una mujer mundana, esnob y cosmopolita, que en los años de entreguerras ha financiado a artistas como Buñuel y Cocteau para que puedan rodar sus películas e incluso ha participado en una pequeña escena en La sang d’un poète de este último.

Ante el avance de los nazis, la familia abandona París y se traslada a la Riviera. En Cannes, «en la zona no ocupada, nada más firmarse el armisticio de junio de 1940, todas las mujeres estaban disponibles. (...) Reinó en el aire una urgencia que movía a la gente a pasárselo bien a toda costa antes de la postrera catástrofe: la llegada de los bárbaros. (...) Los casinos permanecían abiertos durante toda la noche y los escotes, a la hora de las primeras estrellas, nunca se habían semejado tanto a invitaciones abiertas». Natalie vive una aventura extramatrimonial y se queda embarazada. El asunto se tratará con discreción, porque «son cosas que pasan». Pero lo que sacudirá su vida de manera irremediable será descubrir, tras la muerte de su madre, un secreto familiar que la afecta directamente.

Esta fascinante novela retrata un mundo glamouroso y sofisticado sacudido por la Historia, y en ella asoman figuras como Sacha Guitry, Édith Piaf, Jean Gabin, Gérard Philipe, Coco Chanel, Paul Morand, Ernst Jünger, y también Reynaldo Hahn y otros amigos judíos de Proust en busca de salvoconductos. Pero sobre todo retrata de un modo prodigioso a una mujer contradictoria e imperfecta que se enfrenta a una decisión dramática.

«La descripción que hace Pauline Dreyfus de la vida mundana y artística de París bajo la ocupación y durante el periodo de entreguerras es un auténtico regalo» (Bernard Pivot).

«Todo sutileza y elegancia» (Marie Rogatien, Le Figaro Magazine).

«Dibuja de un modo incisivo la Francia mundana durante la ocupación» (Marianne Payot, L’Express).

«Elegante, sutil. Reconstruye minuciosamente un mundo devorado por la historia» (Étienne de Montety, Le Figaro littéraire).

«Un estilo brillante y desengañado, acorde con la trama y que en algunos momentos pone la piel de gallina» (Jérôme Garcin, Le Nouvel Observateur).

«Una novela sobresaliente, de esas que perviven en la memoria» (Laurent Borderie, Le Populaire).

ISBN978-84-339-7981-0
EAN9788433979810
PVP CON IVA18.9 €
NÚM. DE PÁGINAS168
COLECCIÓNPanorama de narrativas
CÓDIGOPN 949
TRADUCCIÓNJavier Albiñana Serraín
PUBLICACIÓN05/04/2017
ISBN978-84-339-3786-5
EAN9788433937865
PVP CON IVA9.99 €
CÓDIGOPN 949
TRADUCCIÓNJavier Albiñana Serraín
PUBLICACIÓN05/04/2017
RESEÑAS PRENSA
La Nueva España
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Pauline Dreyfus

Pauline Dreyfus

Pauline Dreyfus (1969): trabaja como periodista, y es autora de Le père et l’enfant se portent bien, un con­junto de ocho nouvelles sobre la experiencia de ser padres, y Robert Badinter, l’épreuve de la justice, una biografía del que fue presidente del Consejo Consti­tucional y ministro de Justicia francés. Debutó como novelista con Immortel, enfin, sobre la figura de Paul Morand, que en 2013 se alzó con el Prix des Deux Magots por unanimidad por primera vez en la histo­ria del premio. Con Son cosas que pasan, publicada en Anagrama, fue finalista de galardones como el Goncourt, el Giono, el Décembre y el Interallié, y re­cibió el Premio Fundación de la Memoria Albert Co­hen. De ella dijo la crítica: «Una novela brillante» (Luis M. Alonso, La Nueva España); «Hurga sin remil­gos en la cuestión judía... Muy bien estructurada y medida... Ofrece una prosa brillante y unas observa­ciones afinadas... Hay varios personajes memora­bles» (Manuel Hidalgo, El Cultural); «Lleno de gla­mour, sofisticación y dureza» (Biel Mesquida, Diario de Mallorca); «Con un estilo irónico y quirúrgico, en el que se escuchan ecos de Proust y Djuna Barnes, Pauline Dreyfus hace la autopsia de la aristocracia francesa en la Segunda Guerra Mundial. Magnífica» (Jesús Ferrero).

Fotografía: © JF Paga, 2014.