Las mentiras de la noche
Las mentiras de la noche

Las mentiras de la noche

En una lúgubre fortaleza borbónica que se alza sobre una isla fantasmal transcurre la última noche, antes de su ejecución, de cuatro condenados por atentar contra la vida del rey. A lo largo de las horas, para engañar la espera, los conjurados —un estudiante, un aristócrata, un soldado, un poeta— cuentan cada uno una historia, aquella «más memorable que pueda dar un sentido a su vida».

Se les ha ofrecido una última posibilidad: cada uno deberá depositar una tarjeta en una urna. Si uno de ellos escribe el nombre del jefe de la conjura, el misterioso Padreterno, todos se salvarán y nadie sabrá quién es el delator...

La novela culmina con un imprevisto coup de théâtre mientras se acrecientan las sospechas del lector, sutilmente guiado por Bufalino: ¿esos relatos no han sido sino una mixtificación, todo sombra y equívocos, un laberinto de espejos? ¿Acaso la vida misma no es sino una secuela de mentiras en cuyo fondo subyace la angustiosa verdad de que nada existe, nada es verdadero?

«El genial siciliano Gesualdo Bufalino libra en Las mentiras de la noche, una obra maestra, toda la gama de su arte... La novela está emparentada con la fantasía metafísica, con el drama policíaco por el rigor del argumento, con el cine por la exactitud óptica de los encuadres, con el teatro por la superchería del decorado, a veces incluso con la misa. Encontramos aquí todas las ilusiones del cartón-piedra, la penumbra violácea de una ópera de dos centavos; la opulencia instrumental de un Verdi a la vez diablo y mártir, adorador del vacío o descreído; la diluviana inspiración de un Aristófanes o un Shakespeare intentando amueblar, con la incantación, el silencio de los dioses.» (Yan Queffélec, Le Nouvel Observateur)

«Terminada la lectura de Las mentiras de la noche se puede reflexionar sobre el hecho de que los libros mejores, sean del siglo que sean, tienen algo de común entre ellos. En primer lugar, aun siendo productos exquisitamente literarios, contienen un mensaje que va más allá de la literatura y se sumerge en el sentido mismo de la existencia de los hombres. En segundo lugar, hay que conquistarlos, leerlos lentamente y releerlos: en la relectura aún son más lecuaces. Estas son virtudes propias de los libros que están más allá de los fútiles discursos sobre las modas culturales, las clasificaciones o las generaciones. Creo que Las mentiras de la noche es uno de estos libros.» (Maria Corti, La Reppublica)

«El libro más bello de Bufalino, lo que me parece el máximo elogio que se puede hacer a un escritor: juzgar que su último libro es el mejor.» (Leonardo Sciascia)

ISBN978-84-339-3171-9
EAN9788433931719
PVP CON IVA7.80 €
NÚM. DE PÁGINAS188
COLECCIÓNPanorama de narrativas
CÓDIGOPN 171
TRADUCCIÓNJoaquín Jordá
PUBLICACIÓN01/10/1989
OTRAS EDICIONESCompactos (CM 165)
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Gesualdo Bufalino

Gesualdo Bufalino

Gesualdo Bufalino (Comiso, Sicilia, 1920-1996) estudió literatura en Catania y Palermo. En 1942 fue llamado a filas; capturado en 1943 por los alemanes, logró fugarse. Tuvo que hospitalizarse en 1944; en 1946 abandonó el sanatorio de la Conca d'Oro,en Palermo. Desde entonces hasta su jubilación, en 1976, fue profesor de instituto en Sicilia. Totalmente apartado del mundo literario, fue "descubierto" por su instrucción a un volumen de fotografías de Comiso; a partir de entonces fue acosado por la editorial siciliana Sellerio para que les pasara algún "manuscrito del cajón". Tras muchas reticencias, entregó Perorata del apestado, que se convirtió inmediatamente en el "caso literario" de 1981, por el que obtuvo el prestigioso Premio Campiello, otorgado por un jurado de 300 lectores a la mejor obra editada en 1981, y se convirtió en uno de los bestsellers del año, a pesar de sus exigentes características.