Perorata del  apestado
Perorata del  apestado

Perorata del apestado

En 1946, en un sanatorio para tuberculosos de la Conca d'Oro, —castillo de Atlante y campo de exterminio—, unos singulares personajes, supervivientes de la guerra y presumiblemente incurables, pelean débilmente consigo mismos y con los otros, en espera de la muerte. Largos duelos de gestos y de palabras; de palabras sobre todo: febriles, tiernas, barrocas a tono con el barroco de una tierra que ama la hipérbole y el exceso. Tema dominante: la muerte que se propaga sutilmente, se disfraza, se esconde, se extravía, musicalmente reaparece. Y todo esto entre los ropajes de una escritura en equilibrio entre el desgarro y el falsete y en un espacio siempre más acá o más allá de la historia... que podría incluso simular un escenario o la niebla de un sueño.

«Bellísima novela: dan ganas de decirlo con toda la impudicia que este adjetivo, bellísima, hoy día encierra, y de una rara, contenida fuerza expresiva» (Enzo Siciliano, Corriere della Sera).

«Enfermedad, metáfora de la vida... Un libro memorable» (Fluvio Panzevi, Il Sabato).

«Un caso literario... Último y genial outsider, descubierto por Sellerio y Sciacia» (Giacinto Spagnoletti, Il Tempo).

«¡Qué maestro, este Don Gesualdo!», (Leonardo Sciascia, L'Espresso).

ISBN978-84-339-1495-8
EAN9788433914958
PVP CON IVA5.10 €
NÚM. DE PÁGINAS168
COLECCIÓNCompactos
CÓDIGOCM 164
TRADUCCIÓNJoaquín Jordá
PUBLICACIÓN01/01/1998
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Gesualdo Bufalino

Gesualdo Bufalino

Gesualdo Bufalino (Comiso, Sicilia, 1920-1996) estudió literatura en Catania y Palermo. En 1942 fue llamado a filas; capturado en 1943 por los alemanes, logró fugarse. Tuvo que hospitalizarse en 1944; en 1946 abandonó el sanatorio de la Conca d'Oro,en Palermo. Desde entonces hasta su jubilación, en 1976, fue profesor de instituto en Sicilia. Totalmente apartado del mundo literario, fue "descubierto" por su instrucción a un volumen de fotografías de Comiso; a partir de entonces fue acosado por la editorial siciliana Sellerio para que les pasara algún "manuscrito del cajón". Tras muchas reticencias, entregó Perorata del apestado, que se convirtió inmediatamente en el "caso literario" de 1981, por el que obtuvo el prestigioso Premio Campiello, otorgado por un jurado de 300 lectores a la mejor obra editada en 1981, y se convirtió en uno de los bestsellers del año, a pesar de sus exigentes características.