El ocupante
El ocupante

El ocupante

Un polvoriento día de verano llaman al doctor Faraday a Hundreds Hall, la mansión de los Ayres, en el desolado centro de una Inglaterra de posguerra que está cambiando aceleradamente. Faraday ya había estado allí cuando era un niño y su madre era una de las criadas de la casa. Y se había colado como un pequeño fantasma en las regias habitaciones, y, fascinado por tanta belleza, había roto una moldura de los artesonados de un corredor y se la había llevado.

Ahora, gracias a los sacrificios de sus padres, es médico, aunque con una posición social no muy cómoda en el rígido sistema de clases inglés, y piensa que esta visita es un golpe de suerte. Pero Hundreds Hall, como sus dueños, ya no es más que la sombra de sí misma. Las tapicerías cuelgan en jirones, la carcoma se ceba en el interior de la casa y las malas hierbas arrasan los jardines. La señora Ayres aún es una señora elegante, que mantiene como puede su dignidad, aunque viva entre paredes desconchadas, sillones desvencijados y alfombras raídas. Roderick, su hijo, ha vuelto de la guerra cojo, lleno de dolores y cicatrices, enfermo de los nervios. Se ocupa como puede, y puede mal, de la casa y de la hacienda, y va vendiendo las tierras y la familia se va comiendo el capital. Su hermana Caroline, algo mayor que él pero aún en la veintena, independiente, excéntrica, masculina y no desprovista de encanto, ha tenido que volver a Hundreds Hall para ayudarlo.

Pero los Ayres no han llamado al doctor Faraday para que se ocupe de ellos, sino de Betty, la joven criada de catorce años, que quizá sólo está enferma de miedo, aterrorizada por aquello que percibe en la casa. Porque siempre son los niños y los animales los primeros en advertir lo siniestro. Y aunque nadie la cree, en Hundreds Hall se oyen ruidos inexplicables, se ven sombras fugaces y marcas de fuego en las paredes, y las cosas más familiares pueden volverse atrozmente perversas...

«El ocupante transcurre en esa deslizante frontera entre lo sobrenatural y lo psicopatológico y combina lo espeluznante con una aguda observación social. Una novela apasionante, perturbadora, infinitamente entretenida» (Hilary Mantel, The Guardian).

«Exquisitamente siniestra, habitada por los espíritus de Henry James y Edgar Allan Poe... Los gruñidos y crujidos sobrenaturales que resuenan en la novela van acompañados por malignas cepas de resentimiento social y represión sexual que infectan cualquier explicación racional. Y el resultado es una historia de fantasmas tan inteligente como elegante» (Ron Charles, The Washington Post).

«Evoca La caída de la casa Usher, pero también a Henry James. Imaginad a un Henry James en el que Poe hubiera destilado su famoso veneno y os haréis una idea exacta de la obra maestra de Sarah Waters» (VSD).

«Si Sarah Waters finge ser gótica y multiplica los guiños a Daphne Du Maurier o a las hermanas Brontë no es tanto para desempolvar la tradición de las letras británicas como para reestablecerla en el gusto de hoy» (Augustin Trapenard, Le Magazine Littéraire).

«El mejor libro que he leído este año» (Stephen King).

ISBN978-84-339-7558-4
EAN9788433975584
PVP CON IVA23.9 €
NÚM. DE PÁGINAS536
COLECCIÓNPanorama de narrativas
CÓDIGOPN 774
TRADUCCIÓNJaime Zulaika
PUBLICACIÓN01/04/2011
OTRAS EDICIONESCompactos (CM 609)
ISBN978-84-339-3307-2
EAN9788433933072
PVP CON IVA11.99 €
CÓDIGOPN 774
TRADUCCIÓNJaime Zulaika
PUBLICACIÓN01/04/2011
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Sarah Waters

Sarah Waters

Sarah Waters nació en Gales, Gran Bretaña, en 1966. Estudió literatura inglesa en las universidades de Kent y Lancaster, y ha publicado artículos sobre género, sexualidad e historia en revistas como Feminist Review, Journal of the History of Sexuality y Science as Culture. Ha recibido numerosos galardones, entre ellos el Somerset Maugham y el Sunday Times Young Writer of the Year, y ha quedado finalista de los premios Booker y Orange. En 2002 recibió el British Book Award a la mejor novela por Falsa identidad, el BA/Nielsen Book Data Author y el de la Crime Writers’ Association. En enero de 2003 fue seleccionada por la revista Granta en su lista decenal de los mejores Young British Novelists. En Anagrama se han publicado todas sus novelas: El lustre de la perla: «Deliciosa y punzante... Lujuria, lucha de clases y feminismo en una combinación clásica pero de fuerza genuina» (Vanessa Pellisa, Qué Leer);Afinidad: «Provoca verdadera ansiedad por conocer el resto de la obra de Waters, ya que demuestra una habilidad notable para crear una trama hipnótica» (Mariana Enriquez, Página/12);Falsa identidad: «Excelente narradora, transgresora de los clásicos» (Mercedes Monmany, ABC);Ronda nocturna: «La autora galesa da un interesante salto de calidad... Una novela poderosa» (Robert Saladrigas, La Vanguardia); y El ocupante: «Lo que verdaderamente impresiona es su clasicismo de postguerra. Un tempo dramático que la acerca a Graham Greene y Evelyn Waugh» (Rodrigo Fresán, ABC).

Foto:  © Charlie Hopkison