31/03/2023
Empieza a leer 'Fragmentos de inexistencia' de Miquel Martín i Serra

 

Hay un destino en el hombre que ningún hombre

puede saber

que como una profunda corriente marina mueve

el alma

y empuja la mente a navegar hacia puertos extraños

más allá de la razón, la palabra o el pensamiento.

Como si en el hombre el pasado y el futuro de un

universo

y su ritmo, las estrellas, los océanos y las colinas

debieran vencer

una extraña y triste canción cantada por un hombre

que sabe que jamás podrá ser

el universo que es.

Un hombre es demasiado complejo para su propia

inteligencia.

El hombre es un milagro que ningún hombre puede

conocer, ninguna inteligencia seria puede

comprender.

Demasiado lleno de santos, demonios y días distantes

para entender la plena importancia del destino

y saber que morir es un pequeño precio que se paga

por el milagro que el hombre contiene.

TOM SHARPE, Sudáfrica, 1959

(traducción de Miquel Martín i Serra)

 

INTRODUCCIÓN

 

Un testamento, un legado y un encargo

En el testamento firmado en Begur, un pueblo de la Costa Brava, el 25 de noviembre de 2011, Tom Sharpe ma­nifestó la voluntad de que toda su documentación, obra inédita, manuscritos, cartas, dietarios, fotografías, grabacio­nes, etc., fuera reunida y custodiada en un solo fondo. En­comendaba esta tarea a la doctora Montserrat Verdaguer Clavera, que se convertía así en la albacea de su legado, y le encomendaba también la redacción y publicación de su bio­grafía. Verdaguer trabajó intensamente durante años en la lectura, investigación, traducción y organización de dicho legado. Al mismo tiempo se afanó por potenciar el estudio y la promoción de la obra literaria de Sharpe, y con este propó­sito nacieron, en marzo de 2015, la Fundación Tom Sharpe y, en mayo de 2020, la Cátedra Tom Sharpe de la Universi­dad de Girona, que acoge la biblioteca personal del autor y su obra original manuscrita y mecanuscrita. Posteriormente Verdaguer decidió encargar la redacción de la biografía al es­critor Miquel Martín i Serra, encargo que se formalizó en un contrato firmado el 3 de junio de 2020.

Sharpe deseaba –y así lo dejó escrito en los dietarios– que su biografía se titulara Fragmentos de inexistencia, un título que refleja toda la ironía y lucidez del escritor britá­nico, pero que muestra a su vez qué tono, qué enfoque y qué características quería que dominasen en esta obra. Tanto en conversaciones como por escrito, Sharpe había dejado claro en varias ocasiones, con la vehemencia y la rotundidad que le eran propias, que no soportaba las bio­grafías ni las autobiografías «presuntuosas y solemnes». Por ello, Fragmentos de inexistencia no pretende ser ni una cosa ni la otra, y tampoco busca ser una obra sistemáti­ca ni mucho menos exhaustiva, no pretende ser una acu­mulación de datos ni una exhibición erudita, sino una obra construida a partir de fragmentos vitales, de flashes de una existencia (ahora inexistencia) que muestren al hombre, al escritor e incluso al personaje que asomaba de­trás. Fragmentos y flashes de una existencia que el propio Sharpe insinuó en sus dieciséis novelas, así como en ar­tículos y entrevistas. Sin embargo, el libro que tenéis en las manos también se ha construido, sobre todo, gracias a un material inédito que ahora, por vez primera, se hará públi­co. En primer lugar, los diversos poemas compuestos desde su juventud, las siete obras de teatro escritas en Sudáfrica, las autobiografías inacabadas Letters to Monsieur Printemps, A Patchwork Life y A Stranger to Himself, así como el guión cinematográfico de su primera novela, Reunión tumultuosa, en cuyo interior se hallaron notas manuscritas. En segundo lugar, los centenares de cartas privadas del autor, que man­tuvo correspondencia con amigos y familiares, con edito­res y agentes literarios, con amantes y otros escritores como Patricia Highsmith o su admirado P. G. Wodehouse. Y fi­nalmente sus numerosos y reveladores dietarios escritos a lo largo de casi seis décadas, y La libreta roja: los recuerdos, comentarios y reflexiones que Sharpe dictó a Verdaguer desde el 2 de agosto de 2001 hasta el día de su muerte, el 6 de junio de 2013, y que Verdaguer grabó y posteriormen­te transcribió. Y aún habría que añadir textos tan significa­tivos como varias versiones de los manuscritos, sermones de su padre, documentación oficial, contratos, así como foto­grafías jamás publicadas.

Estamos convencidos de que Fragmentos de inexisten­cia. Una biografía de Tom Sharpe puede contribuir de mane­ra decisiva, sobre todo gracias a este valioso e ingente mate­rial inédito, a una interpretación menos estereotipada del escritor; puede ofrecer una visión más honda y sutil, más compleja y matizada, de su vida y su personalidad y, tam­bién, de su obra.

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Con la colaboración de Montserrat Verdaguer

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Fragmentos de inexistencia

 

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