De los niños nada se sabe
De los niños nada se sabe

De los niños nada se sabe

Una niña de diez años canta, con su delantal azul y sus botas rojas, frente a un mar de trigo. Es Martina, que no hace preguntas, que intenta comprender con los ojos. Y a través de su mirada, que ve el mundo con el estupor absorto, un poco inexpresivo, de los grandes sabios, el lector entra en la narración perfecta de un misterio.

Al final del curso escolar, en el tiempo breve e infinito de un verano, entre los campos amarillos y verdes de Granarolo y Emilia, lejos de la mirada de los adultos, un grupo de niños se ejercita en juegos prohibidos cada vez más extremos. Lo bueno y lo malo, alegría, dolor y asco, y también el horror, simplemente están ahí. A través de los puntos de vista de Martina, Matteo, Luca y Mirko, el niño más mayor, de quince años, el cabecilla del grupo.

El exordio de extraordinaria madurez de una escritora que enlaza con Marguerite Duras y Ian McEwan y que sabe narrar desde dentro el universo de los niños y casi adolescentes, entre inocencia y corrupción, entre juegos, olores, cosas familiares y las certezas despreocupadas de un tiempo, el rock ácido de Soundgarden y el descubrimiento del sexo, del cuerpo y de lo terrible y espantoso de crecer.

De los niños nada se sabe es una novela que provocó una tremenda polémica en Italia: «Hacía muchos años que no sucedía, habría que remontarse acaso a El gatopardo, que una primera novela suscitase tanto estrépito» (Stefano Giovanardi, L'Espresso). Cabe apostillar que las voces hostiles aducían básicamente razones «morales», y que no pocos críticos muy reputados Angelo Guglielmi, Rossana Rossanda, Guido Davico Bonino, Nico Orengo, Massimo Onofri apoyaron resueltamente a Simona Vinci.

«Una escritora de una sorprendente madurez... He leído estas dolorosas páginas bajo el estímulo de una mal controlada conmoción... Unas secuencias transfiguradas en una primitiva y sagrada representación agreste» (Guido Davico Bonina, La Stampa).

«¿Es una peripecia de erotismo precoz servida a voyeurs más o menos pedófilos? No lo creo... Es la historia de la experiencia de cinco niños, transgresora e indecible a los adultos... Imposible de olvidar» (Rossana Rossanda, Il Manifesto).

ISBN978-84-339-0898-8
EAN9788433908988
PVP CON IVA11.40 €
NÚM. DE PÁGINAS192
COLECCIÓNPanorama de narrativas
CÓDIGOPN 428
TRADUCCIÓNAna Becciu, Ana Maria Moix
PUBLICACIÓN01/04/1999
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Simona Vinci

Simona Vinci

Simona Vinci nació en marzo de 1970. Vive en Bu­drio, provincia de Bolonia. De los niños nada se sabe, publicada en 1997, fue su primera novela galardonada con el premio Elsa Morante, que tu­vo un extraordinario éxito tanto en Italia como en otros países, y se publicó en esta colección: «Una inquietante historia de iniciación. Una lectura que alcanzará las fibras más íntimas y sensibles del lector, hasta las mismísimas lágrimas» (lñaki Urda­nibia, Gara); «Una atmósfera de juegos prohibidos que llevarán a extremos espeluznantes. Queda en el alma aterrada del lector, en el aire, en el tiempo, para siempre» (Enrique Vila-Matas, El País); «Na­rra el brutal descubrimiento de unos juegos que transforman el reducto más íntimo de cinco niños. La pureza de una historia llena de "emociones duras e instantáneas, como puñetazos en el rostro, cosas que no se olvidan, carentes de dulzura pero que hacen llorar cuando pensamos en ellas"» (Li­dia Bravo, El Mundo); «Una prosa sencilla y con­tundente, que combina la belleza descriptiva del paisaje y la dureza del sexo en bruto» (Anna M. Gil, Avui); «Una historia sobre la soledad, el miste­rio, la inocencia y la pérdida de la inocencia, los juegos de la infancia y los juegos prohibidos, la culpa y la necesidad de pureza, sobre las heridas y las cicatrices» (Juan Antonio Masoliver Ródenas, Revista de Libros).

Foto © Giovanni Giovannetti / Efigie