La revolución española. De la monarquía absoluta a la revolución socialista
Descatalogado
Después de Los hombres de la Dictadura, presentamos el segundo libro del gran teórico marxista y líder del POUM Joaquín Maurín, La revolución española, escrito entre octubre y diciembre de 1931. El subtítulo del libro «De la monarquía absoluta a la revolución socialista» sintetiza acertadamente los propósitos del autor.
Maurín constata que a pesar de ser España el primer país europeo en que se llevó a cabo la unidad nacional, ésta no se logró gracias a la burguesía sino a la monarquía absoluta, infeudada a la Iglesia. Afirma que, al no haberse realizado ni entonces ni posteriormente la revolución democrático-burguesa, España se encontraba, en 1931, en un momento en que, habiendo perdido la burguesía toda condición revolucionaria, la revolución democrática era inseparable de la revolución socialista.
Analizando la actuación de la República, en sus primeros ocho meses, la considera incapaz de solucionar los problemas que plantea: la destrucción del viejo Estado monárquico-feudal, el reparto de las tierras, la demolición del poder de la Iglesia y la cuestión de las nacionalidades.
Maurín finaliza con la advertencia profética (pocos meses después, en agosto de 1932, se produciría la sublevación abortada de Sanjurjo) del peligro de un golpe militar, que sólo podrían anular, unidas, tres fuerzas históricas: el proletariado, los campesinos y el movimiento de liberación nacional.
Sinopsis
Descatalogado
Después de Los hombres de la Dictadura, presentamos el segundo libro del gran teórico marxista y líder del POUM Joaquín Maurín, La revolución española, escrito entre octubre y diciembre de 1931. El subtítulo del libro «De la monarquía absoluta a la revolución socialista» sintetiza acertadamente los propósitos del autor.
Maurín constata que a pesar de ser España el primer país europeo en que se llevó a cabo la unidad nacional, ésta no se logró gracias a la burguesía sino a la monarquía absoluta, infeudada a la Iglesia. Afirma que, al no haberse realizado ni entonces ni posteriormente la revolución democrático-burguesa, España se encontraba, en 1931, en un momento en que, habiendo perdido la burguesía toda condición revolucionaria, la revolución democrática era inseparable de la revolución socialista.
Analizando la actuación de la República, en sus primeros ocho meses, la considera incapaz de solucionar los problemas que plantea: la destrucción del viejo Estado monárquico-feudal, el reparto de las tierras, la demolición del poder de la Iglesia y la cuestión de las nacionalidades.
Maurín finaliza con la advertencia profética (pocos meses después, en agosto de 1932, se produciría la sublevación abortada de Sanjurjo) del peligro de un golpe militar, que sólo podrían anular, unidas, tres fuerzas históricas: el proletariado, los campesinos y el movimiento de liberación nacional.
