Agua pasada es una colección de artículos y ensayos donde queda bien impresa la marca de su autora: el don de transformar en literatura todo cuanto toca. Cuando Carmen Martin Gaite explica el papel del sexo y el dinero en Cinco horas con Mario emplea recursos narrativos propios de un relato de misterio. Si alude a avatares de su propia vida, tal parece que de la vida de un personaje de ficción se tratara. Y cuando sugiere que el significado escondido en las siglas T.V. no es otro que tedium vitae, lo hace con una prosa dominada tanto por el rigor como por el humor.

El libro se subdivide en cinco apartados: «Andando el tiempo», «Texto sobre texto», «Vivir para ver», «Gente que se fue» y «Distinguido público», que recogen, respectivamente, el paso del tiempo por la vida de la autora, sus estudios en torno a la obra de otros escritores, vivos o muertos, las reflexiones que le suscitan acontecimientos actuales, algunas bellísimas elegías y el texto íntegro de varios discursos clave en su trayectoria profesional.

Por el interior de estas páginas se oye la voz de Pepita Jiménez declarando su amor apasionado; Heathcliff la escucha con mirada sombría; resurge a lo lejos el fantasma luminoso de Don Quijote, mientras Don Juan atraviesa la escena sigiloso y Kafka, asomado a la ventana, lo contempla todo. Pero no sólo hay un eco de los clásicos.

Pocos escritores habrán abierto sus oídos y su corazón con más generosidad que Carmen Martin Gaite a la voz y las cuitas de sus contemporáneos, ni animado tanto con su consejo a los más jóvenes.