23/12/2022
Empieza a leer 'Los empleados' de Olga Ravn

Los siguientes testimonios fueron recogidos con el propósito de conocer las relaciones establecidas entre empleados y objetos en el interior de las salas. Durante dieciocho meses, la comisión realizó entrevistas a todos los empleados preguntándoles acerca del modo en el que se relacionaban con las salas y con los objetos contenidos en ellas. Mediante la reproducción exenta de juicio alguno de dichas declaraciones buscábamos conocer el proceso de trabajo en el lugar e investigar las posibles influencias a las que los empleados hubieran podido verse expuestos, así como de qué manera tales influencias, o acaso relaciones, producían cambios permanentes en los empleados, y si podía afirmarse que ello comportaba una disminución o un aumento del rendimiento de los trabajadores, mayor compenetración con el trabajo, adquisición de nuevos conocimientos y cualidades, además de las consecuencias que había supuesto para la producción.

 

TESTIMONIO 004

Limpiarlos no entraña dificultad. Creo que el grande emite una especie de arrullo, ¿o es una sensación mía? ¿A lo mejor no coincide con lo que vosotros pensáis? Desconozco si es ese el propósito, pero parece del sexo femenino, ¿no? Las cuerdas son largas, tejidas con fibras azules y plateadas. La mantienen suspendida mediante un arnés que parece de becerro en el que destacan pespuntes blancos. ¿O no es así la piel de los terneros? Nunca he visto uno. De su abdomen sale un... ¿cómo llamarlo?, sí, ¿un esqueje filamentoso? Se tarda bastante más tiempo en limpiar este que el resto. Yo suelo utilizar un cepillo pequeño. Un día me encontré con que había puesto un huevo. Si se me permite decirlo, en mi opinión no deberíais tenerla constantemente suspendida. El huevo se rompió al caer. Su contenido viscoso descansaba bajo ella, y también el cabo deshilachado del esqueje se veía abajo en el líquido. Finalmente opté por quitarlo de allí. No lo había contado hasta ahora. A lo mejor ha sido un error. Al día siguiente se oía un arrullo. Más alto, como un zumbido eléctrico. Y al otro permaneció en silencio. Desde entonces no ha vuelto a decir nada. ¿Será tristeza? Empleo ambas manos. Desconozco si los demás han oído algo. Acostumbro a ir cuando todos duermen. Hacer limpieza aquí no entraña ningún problema. Lo he convertido en mi pequeño mundo. Mientras ella descansa le hablo. Quizá el lugar no parezca demasiado grande. Solo hay dos salas. Probablemente digáis que es un mundo pequeño, pero no tanto cuando se trata de limpiarlo.

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Traducido por Victoria Alonso

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Los empleados
 

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