14/02/2023
Empieza a leer 'Guerra' de Louis Ferdinand Céline

 

PRÓLOGO

 

 

Sesenta años después de su muerte, se publica una no­vela inédita de Céline, cuya acción se sitúa durante la Pri­mera Guerra Mundial, y que trata concretamente de la herida que sufrió el autor y sus consecuencias. Esas dos­cientas cincuenta hojas del manuscrito fueron menciona­das por el propio Céline, bajo el título de Guerre, en una carta dirigida a su editor, Robert Denoël, fechada el 16 de julio de 1934: «He decidido editar Mort à crédit, primer libro, y el año próximo Enfance, Guerre, Londres».

Este libro es a la vez una crónica y una novela. Una crónica que, a medida que pasan las páginas, resulta cada vez más novelada.

Al comienzo del libro, Céline explica que, el 27 de oc­tubre de 1914, en Poelkapelle (Bélgica), fue gravemente herido en el brazo derecho y, muy probablemente, en la cabeza, y que yació en el suelo, cubierto de sangre y rodea­do de cadáveres, muerto de hambre y sed, antes de conse­guir ponerse en pie.

Estas páginas tienen un acento de verdad que hace pensar que se trata de la relación de auténticos recuerdos, incluyendo el soldado inglés que acude a socorrerle, con el que habla en inglés y gracias a quien consigue reincorpo­rarse al ejército.

En una carta que dirigió el 5 de noviembre de 1914 a su hermano Charles, el padre de Louis Destouches escribió:

Fue herido en los alrededores de Ypres cuando, en plena línea de fuego, transmitía las órdenes de la divi­sión a un coronel de infantería.

La bala que lo alcanzó de rebote estaba deformada y aplastada por un primer impacto; presentaba unos sur­cos de plomo y unas asperezas que le ocasionaron una herida bastante grande, y el hueso del brazo derecho re­sultó fracturado. La bala le fue extraída la víspera del día en que conseguimos visitarlo en el hospital; no quiso que lo durmieran y soportó tan dolorosa extracción con mucho valor.

En esa misma carta, Ferdinand Destouches explicaba que su hijo había recorrido siete kilómetros a pie para al­canzar el segundo grupo de ambulancias, donde le había sido tratada la fractura. «Tenía que ir de Ypres a Dun­kerque en un camión, pero no pudo llegar hasta el final del trayecto porque el dolor le resultaba insoportable, tuvo que bajar en Hazebrouck, donde un oficial inglés lo con­dujo hasta la Cruz Roja.»

El capitán Schneider, comandante del segundo escua­drón del 12.º regimiento de coraceros, en el que servía Louis Destouches, le escribió al padre de este último:

Su hijo ha resultado herido, cayó como un valiente, desafiando las balas con el mismo empeño y coraje de los que ha hecho gala desde el comienzo de la campaña.

Este comportamiento heroico fue confirmado por la mención que le fue concedida posteriormente:

Como enlace entre un regimiento de infantería y su brigada, se ofreció voluntariamente para llevar, bajo un fuego violento, una orden que los agentes de enlace de la infantería vacilaban en transmitir. Llevó esa orden y fue gravemente herido en el curso de la misión.

Esta acción le valió, a partir del 24 de noviembre, ser condecorado con la medalla militar, la llamada Legión de Honor de los suboficiales y soldados de tropa, y después con la Cruz de Guerra, creada en abril de 1915.

Las primeras páginas del libro se corresponden, pues, a lo que ocurrió realmente en Poelkapelle el 27 de octubre de 1914, si bien persiste una duda en torno a las circuns­tancias de un golpe en la cabeza que Céline parece que su­frió el mismo día, al ser arrojado contra un árbol como consecuencia de una explosión. Esta herida no fue jamás confirmada, pero sabemos a ciencia cierta que Céline se quejó toda su vida de neuralgias acompañadas de intensos acúfenos, como si un tren le pasara por la cabeza.

Marcel Brochard, que conoció a Louis Destouches en Rennes, hablaba de una alteración del tímpano debido al estruendo de las explosiones en el campo de batalla. En cuanto a su suegro, el profesor Follet, atribuyó esos tras­tornos a un tapón de cerumen y le practicó una insufla­ción en los conductos auditivos que empeoró la dolencia. Más tarde, Élie Faure, que era médico, se inclinó por la enfermedad de Ménière, a la que se refiere Céline en mu­chos de sus escritos.

Helga Pedersen, exministra de Justicia y expresidente de la Fondation Paule Mikkelsen, ha puesto a mi disposi­ción un documento que conservaba en su poder, escrito de puño y letra por Céline, que constituye una suerte de chequeo y en el que puede leerse:

CABEZA: dolor de cabeza permanente (o casi) (cefalea) contra el cual cualquier medicación resulta más o menos ineficaz. Tomo ocho comprimidos de Garde­nal diarios, más dos comprimidos de aspirina, y me masajean la cabeza a diario, unos masajes que me re­sultan muy dolorosos. Padezco de espasmos cardio­vasculares y cefálicos que me hacen imposible cual­quier esfuerzo físico (así como la defecación).

OÍDO: completamente sordo del oído izquierdo, con agudos zumbidos y silbidos ininterrumpidos. Ese es mi estado desde 1914, cuando fui herido por primera vez y fui arrojado contra un árbol por el estallido de un obús.

Lucette Almansor, que compartió la vida de Céline desde 1935 hasta el fallecimiento del escritor, en 1961, confirmó los dolores de cabeza a los que hace referencia en varias de sus novelas y en muchas de sus cartas.

La leyenda dice que sufrió una trepanación, leyenda que el escritor dejó que circulara, sin desmentirla nunca. Así, en el prólogo a la primera edición del Voyage au bout de la nuit en la colección de la Pléiade en 1962, el profe­sor Henri Mondor, también médico, hablaba de «fractura de cráneo», de su «fisura en el cráneo». Céline no lo des­mintió cuando el texto le fue enviado.

Y Marcel Aymé, por su parte, escribió lo siguiente en los Cahiers de L’Herne: «De resultas de una trepanación requerida por una herida en la cabeza, trepanación que él sostenía que había sido mal ejecutada, siempre había sufri­do violentas migrañas». La versión de Céline, según la cual habría sufrido un golpe en la cabeza, parece la más verosímil – y las primeras páginas de Guerra parecen co­rresponderse con esta verdad.

En cuanto al resto, resulta más difícil distinguir entre la realidad y la ficción, especialmente en lo que se refiere a Peurdu-sur-la-Lys, es decir, Hazebrouck, donde Louis fue hospitalizado.

* * *

Traducción de Emilio Manzano

* * *

Guerra

 

Descubre más sobre Guerra de Louis Ferdinand Céline aquí.


COMPARTE EN: