07/05/2020
Un café con Ana, de la librería Suerte Maldita, en Buenos Aires

Suerte Maldita es una librería pequeña en el corazón del barrio de Palermo, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, con un stock cuidadosamente seleccionado por sus dueños, quienes además de excelentes recomendadores de libros son escritores. Charlamos con Ana López, una de las dueñas, que nos contó lo siguiente:

¿Cómo lleváis estos días? ¿Qué mensaje enviarías a los lectores desde tu confinamiento?

La primera etapa del confinamiento fue para nosotros un buen tiempo para reorganizar la librería y hacer todo lo que, en tiempos normales, siempre queda para después. Desde que se habilitó el delivery de libros ocupamos gran parte del tiempo en preparar los pedidos y responder las consultas de los clientes.

Nuestro mensaje para los lectores es que aprovechen el tiempo para leer todo lo que puedan, pero también para releer. La relectura es una práctica muy hermosa. Uno nunca vuelve a un libro querido igual que la vez anterior, siempre esa relectura es una lectura renovada. Así que lean mucho y relean mucho también.

¿Qué actividades está haciendo la librería durante estos días?

Durante la primera etapa de la cuarentena tratamos de mantener el contacto con nuestros lectores a través de redes. También les ofrecimos sumarse a Compra futura, con tres combos de distintos precios asociados a un sorteo de libros seleccionados. Un poco nos volvió el alma al cuerpo sentir que seguían ahí y nos llegó hondo su respuesta y cariño.

A partir de la habilitación del delivery fue una alegría retomar el vínculo con nuestros clientes. Por distintos medios hemos podido volver a hacer lo que más nos gusta: recomendar libros y hacer que se encuentren con los lectores.

También nos ha servido para consolidar lazos con colegas libreros. Es bueno pensar el presente e imaginar el futuro juntos.

¿Qué haréis cuando volvamos a la normalidad?

Reencontrarnos cara a cara con nuestros clientes va a ser una fiesta. Saludarnos en el barrio, que vuelvan a sentarse a leer y a charlar en la librería. Ojalá sea pronto. Mientras tanto, seguiremos buscando las maneras posibles de estar juntos

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¡Gracias, Ana y al equipo de Librería Suterte Maldita!

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