Parodia
Parodia

Parodia

Parodia, en su edición original, fue saludad como «la primera gran novela erótica italiana»: una tentativa de «romper el muro del sonido de la Obscenidad», en palabras del autor, para ver qué había detrás.

Nuncios apostólicos, teólogos holandeses, generales y burócratas del Este se ven atrapados en la zarabanda del «viaje sentimental» que, a través de Europa, en un fúnebre Bentley, emprenden los protagonistas: la insaciable Maria Livia, digna heroína del Divino Marqués, su amante (el narrador) y Cathy. Un viaje en el que se superan todas las combinaciones sexuales, antropofagia incluida, y desemboca en el aniquilamiento y la muerte.

La maestría casi ofensiva del estilo y el irónico centelleo de una cultura refinada y exquisita, convierten a esta múltiple Parodia en uno de los más insolentes casos literarios de estos años.

«Una obra profunda que ha escogido para manifestarse la más alegre y lúbrica de las máscaras» (La Nueva Sardegna).

«Un volumen que se lee de un tirón, como pasa siempre con la buena pornografía» (Andrea Frullini, L'eco della stampa).

«Un libro doctísimo —en teología no menos que en fisiología— surgido (dicho sea con todo respecto) en la gran cresta de la literatura snob... No reniega en ciertos fragmentos de un surrealismo febril» (Piero Pruzzo, Il Seccolo).

«Parodia ofrece una especie de reivindicación del erotismo clásico» (Oreste del Buono).

«Al lector fácilmente impresionable le diremos que en comparación con Parodia, el Último tango en París es apenas una opereta caligráfica» (Giuseppe Cassieri, Gazzeta del Mezzogiorno).

ISBN978-84-339-3002-6
EAN9788433930026
PVP CON IVA18.9 €
NÚM. DE PÁGINAS156
COLECCIÓNPanorama de narrativas
CÓDIGOPN 2
TRADUCCIÓNJoaquín Jordá
PUBLICACIÓN01/11/1981
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Ruggero Guarini

Ruggero Guarini

Ruggero Guarini (1931-2013) napolitano, escritor y periodista, vivió y trabajó en Roma. Entre 1969 y 1971 colaboró en Il Messagero como especialista en cuestiones vaticanas, siendo acusado por L'Osservatore Romano de querer sobreponer su magisterio al propio Papa. Fue un atento lector de Bataille, Nietzsche, Breton, Foucault, Adorno, Wittgenstein, le interesaron la moda, el psicoanálisis, los cómics y la nueva teología, el jazz y los travestís: sus numerosos artículos sobre estos y otros temas se hallan recogidos en Punto e a cappo (Garzanti, 1977). Parodia fue su primera novela.