Nuestros placeres
Nuestros placeres

Nuestros placeres

En 1983, las prestigiosas Éditions de Minuit, que descubrieron en su día a Samuel Beckett y el nouveau roman, publicaron una edición numerada y limitada de 1.500 ejemplares de Nuestros placeres, la primera novela de un autor cautelosamente enmascarado bajo el pseudónimo de Pierre-Sébastien Heudaux.

Dicha edición confidencial se agotó rápidamente y se efectuó una edición normal. La crítica francesa saludó al misterioso Sr. Heudaux como uno de los más notables descubrimientos de Minuit.

Sodomía, paidofilia, coprofagia, sadismos varios, asesinatos, látigos, cadenas y drogas duras: el inquietante Heudaux no se priva de nada y menos que nada de sus fantasmas. Una gigantesca orgía donde cada uno se mueve por el gusto del vicio y el horror de la virtud, es decir, por lo que llaman, sin pudor, nuestros placeres.

«Los horrores del Sr. Heudaux están destilados como un humor corrosivo y perverso que provocará el goce de los lectores (muy) formados. Por otra parte, en este rosario de obscenidades aparece en realidad un estupendo gusto por la libertad, un ataque en regla contra las hipocresías morales y una insolencia en el tono que nos hace salir de la literatura homosexual, con frecuencia un tanto quejumbrosa. El horrible Sr. Heudaux no tiene miedo de nada, juega y hace malabarismos con sus pulsiones sin el menor complejo y sobre todo sin recurrir a los lacrimosos psicoanálisis habituales. El malvado Sr. Heudaux, tan orgulloso de su perversión, ¿no estará más sano que su prójimo?

»Y luego aparece este milagro que es el descubrimiento de una nueva escritura, de un nuevo escritor. Beckett y Marcel Aymé —una pareja difícil de imaginar, ¿no?— se han inclinado sobre la cuna del abominable Sr. Heudaux. Eso da un texto vivo, divertido, muy moderno, muy «rap», como se dice en la radio, que arrastra a palabras y cosas vomitivas en una ronda desenfrenada. ¡Hay que ver lo que se divierte uno con el repugnante Sr. Hedaux! Pero en el fondo ya lo sabíamos: la antecámara del infierno es un lugar muy divertido» (Jean-François Josselin, Le Nouvel Observateur).

«De Robbe-Grillet a Tony Duvert, pasando por Hervé Guibert. Como si algunos de los autores de Minuit se hubieran inclinado sobre la mesa del joven escritor Pierre-Sébastien Hedaux, es decir, P.-S. Heudaux, es decir, Pseudo... Se instala de buenas a primeras entre los mejores. Nuestros placeres es un libro de molarista paradójico extremadamente divertido. Hiperrealista en sus descripciones de la estupidez y de la maldad, con este primer libro, Pierre-Sébastien Heudaux ha retomado a su manera el anatema lanzado por Sade y Vailland: ¡Abajo los imbéciles!» (Daniel Rondeau, Libération).

ISBN978-84-339-3048-4
EAN9788433930484
PVP CON IVA7.80 €
NÚM. DE PÁGINAS128
COLECCIÓNPanorama de narrativas
CÓDIGOPN 48
TRADUCCIÓNJoaquín Jordá
PUBLICACIÓN01/04/1984
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Pierre-Sébastien Heudaux

Pierre-Sébastien Heudaux

Mathieu Lindon (París, 1955) colabora desde la década de 1980 como periodista y crítico literario en Libération y otras publicaciones. Entre sus novelas hay Nuestros placeres (signada bajo el pseudónimo Pierre-Sébastien Heudaux), El libro de Jim Valor (Circe) y Prince y Léonardus (Anagrama). El Ministerio de Cultura francés amenazó al editor con la prohibición de esta última novela por un supuesto «delito contra la juventud». La inmediata reacción de los editores franceses —desde Gallimard, Seuil y Flammarion hasta Pauvert y Régine Deforges, pasando por Minuit (la mítica editorial de Jérôme Lindon, padre del autor)— frenó este insospechado retorno de la censura. Ganó el Premio Médicis en 2011.

Foto © John Foley