Leche materna
Leche materna

Leche materna

Patrick Melrose es padre de dos hijos, y un marido más o menos amante. Es también un hombre con un pasado de angustias y turbulencias que ya ha dejado atrás; ahora es abogado, aunque no trabaja demasiado, y también el único heredero del patrimonio de los Melrose, y de su historia de aristocráticos esplendores y oscuros secretos. Aunque, en la actualidad, esta antigua familia sólo tiene un gran futuro a sus espaldas, como diría Freud, y a su heredero sólo le queda Saint-Nazaire, una espléndida casa de veraneo en la Provenza. O quizá no le queda nada, porque la herencia de Patrick es más virtual que real. Eleanor, su madre, una dama muy caritativa que se ha dedicado a salvar el mundo y a ignorar las desdichas de su hijo, va a dejarle la casa a Seamus Dourke, un enfermero irlandés reconvertido en chamán New Age -o estafador-, que ya ha hecho de Saint-Nazaire un hotel para turistas espirituales y espirituosos, excursionistas de inteligencias emocionales y exploradores de éxtasis holísticos. Y la última generación de los Melrose -el cartesiano Patrick, su esposa Mary y sus hijos- sólo tiene el uso y disfrute de la propiedad durante las vacaciones de verano.

Parafraseando a Tolstói, podría decirse que la decadencia de las aristocráticas familias felices es siempre igual, sólo hay en ella el inevitable paso del tiempo y los avatares de la vida y la historia, mientras que el derrumbe de esas fascinantes dinastías de desdichados al estilo de los Melrose, llenas de turbios secretos, de crueldad y ruido y furia, y contadas desde dentro por un escritor dotado del talento, la ironía, la comprensión y el humor negro de Edward St Aubyn, es un inagotable deleite para sus lectores.

«Una novela espléndida... St Aubyn es un escritor notable, que seduce con la belleza de su prosa, su humor ácido, sus agudas dotes de observador, y la habilidad de convertir todos estos dones en una sucesión de ocurrencias perfectas dignas de Osear Wilde. St Aubyn pertenece a esa raza de escritores que nos descubren a la terrible familia sentada en la mesa vecina, y que también nos hacen desear ser escritores» (Francine Prose).

«El narrador y todos los personajes no sólo parecen haberse psicoanalizado, sino también haber estudiado la teoría a espaldas del lector, y Patrick espera en vano el instante proustiano de la salvación» (C. Tayler, Times Literary Supplement).

«En sus momentos más crudos Leche materna nos hace desear que Freud no hubiera nacido nunca, y que jamás hubiera soñado su idea infernal de las generaciones perpetuando una tras otra la trampa de las neurosis. Y en los mejores instantes -y casi toda la novela es una sucesión de escenas y páginas fulgurantes- le agradecemos al autor que haya derramado tanto ingenio e inteligencia en estos encantadores y malcriados personajes y sus narcisistas descendientes. Es posible que el brío de su prosa -con su lapidaria concisión y su convicción moral- represente la cura que sus protagonistas ansían. Una escritura tan brillante es una forma de la salud» (Edmund White, The Guardian).

«Una sátira mordaz y elegante de la flor y nata de la sociedad británica, ya en pleno crepúsculo. Puede que St Aubyn no sea el próximo Evelyn Waugh sino el Anthony Powell de nuestros días, un cronista de los cambios familiares y generacionales -o de la imposibilidad del cambio- en las altas esferas de la sociedad británica» (Charles McGrath, The New York Times Book Review).

ISBN978-84-339-7478-5
EAN9788433974785
PVP CON IVA17.00 €
NOTA DE LA EDITORIALNo disponible. La editorial indica que está descatalogado o agotado indefinidamente
NÚM. DE PÁGINAS288
COLECCIÓNPanorama de narrativas
CÓDIGOPN 697
TRADUCCIÓNFernando González Corugedo
PUBLICACIÓN25/04/2008
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Edward St Aubyn

Edward St Aubyn

Edward St Aubyn nació en Londres en 1960. Estudió letras inglesas en la Universidad de Oxford, donde, según sus propias palabras, obtuvo las peores calificaciones de su promoción. Es autor de las novelas Clue to the Exit, On the Edge, y la trilogía formada por Never Mind (Premio Betty Trask 1992), Bad News y Some Hope, así como de Leche materna, galardonada en Francia con el Premio Fémina y que ha supuesto su consagración internacional.

Foto © Ellen Warner