La princesa y el dragón
Una modernísima fábula donde los temas de la inmortalidad y del sueño, de la inmortalidad y de la gracia se entrecruzan de forma tan impecable como excitante.
Un joven, prisionero de dos soledades, la de la enfermedad y la del privilegio y del poder, se prepara con febril tenacidad a la más radical de las evasiones: un viaje más allá del tiempo. Su nombre, su situación y parte de sus vicisitudes corresponden a las de un personaje que existió realmente: el gran duque Jorge Alexandrovich Romanov, hermano del último Zar de Rusia. La reconstrucción de los ambientes, de los gestos, de los rumores de la época es extremadamente sugerente, precisa y vívida. Sin embargo, aun confirmando la extraordinaria capacidad del autor para hacer revivir la Historia, la nueva novela de Roberto Pazzi no es una novela histórica. Acentuando y dilatando los componentes visionarios ya presentes en Buscando al Emperador, transforma el drama humano del joven príncipe infeliz, condenado por la tisis y atormentado por un amor imposible, en un relato de insólito y liberador aliento fantástico.
Transformada en «máquina del tiempo», la narración transporta al protagonista, y también a nosotros, a través del pasado y del futuro, del reino de los muertos y de los aún por nacer, en búsqueda de las raíces y de las extremas ramificaciones del acaecer. El resultado es un libro de extrema legibilidad y riqueza, una modernísima fábula donde los temas de la inmortalidad y del sueño, de la inmortalidad y de la gracia se entrecruzan de forma tan impecable como excitante.
Sinopsis
Un joven, prisionero de dos soledades, la de la enfermedad y la del privilegio y del poder, se prepara con febril tenacidad a la más radical de las evasiones: un viaje más allá del tiempo. Su nombre, su situación y parte de sus vicisitudes corresponden a las de un personaje que existió realmente: el gran duque Jorge Alexandrovich Romanov, hermano del último Zar de Rusia. La reconstrucción de los ambientes, de los gestos, de los rumores de la época es extremadamente sugerente, precisa y vívida. Sin embargo, aun confirmando la extraordinaria capacidad del autor para hacer revivir la Historia, la nueva novela de Roberto Pazzi no es una novela histórica. Acentuando y dilatando los componentes visionarios ya presentes en Buscando al Emperador, transforma el drama humano del joven príncipe infeliz, condenado por la tisis y atormentado por un amor imposible, en un relato de insólito y liberador aliento fantástico.
Transformada en «máquina del tiempo», la narración transporta al protagonista, y también a nosotros, a través del pasado y del futuro, del reino de los muertos y de los aún por nacer, en búsqueda de las raíces y de las extremas ramificaciones del acaecer. El resultado es un libro de extrema legibilidad y riqueza, una modernísima fábula donde los temas de la inmortalidad y del sueño, de la inmortalidad y de la gracia se entrecruzan de forma tan impecable como excitante.