El hijo del astro
El hijo del astro

El hijo del astro

Niza, Cannes, Montecarlo, los grandes salones rojo y oro de los casinos y de los grandes hoteles, un día de verano bajo un cielo de tarjeta postal, una atmósfera de fiesta: el comienzo de los años 50, resucitado con un humor perverso que confiere al menor detalle un colorido imprevisto...

Mucho tiempo después, en estas horas tardías de la noche en que el silencio proporciona a los que siguen despiertos la ilusión de ser los supervivientes de una catástrofe universal, Duck recuperará estas imágenes de su infancia. Entonces se acordará de Iris Barrera, con su mirada azul marino, de Darlene Stewart, de Stella d'Isola, la antigua amante del Jedive, de todas las mujeres que cruzaban por un instante la vida de Edouard Mérac, el famoso actor, «el bello Edouard» según las revistas de cine: su padre.

Apoyando sus recuerdos en documentos triviales, fotos amarillentas, artículos recortados de las revistas de escándalo, intentará forzar los secretos del pasado para reconstruir la personalidad y la vida de este desconocido tan próximo a él, de este padre irresistible y odioso. En un idioma de una extrema pureza y gracias a una técnica novelesca clásico pero sutilmente desplazada, François-Olivier Rousseau recupera aquí el tema eterno del conflicto entre padre e hijo. A través de la descripción de un medio cruel y adulterado, es  una amarga meditación sobre la soledad humana.

«Un misterioso recorrido de fasto y de miseria, que fascina y trastorna... El encanto de una amargura situada entre la insatisfacción, el spleen y la fatalidad de un destino color sepia... Una evidente seducción de parentesco proustiano» (Jerôme Garcin, Les Nouvelles Littéraires).

«El hijo de Edouard se apasionará, platónicamente o no, por Iris Barrera, Stella d'Isola, Suzy Dory o Mimi Dorcker —criaturas extravagantes que destrozan los camerinos de sus amantes infieles, se embriagan con champagne en los sleepings internacionales, abofetean a príncipes persas, se suicidan con barbitúricos disueltos en chivas, se desahogan sollozando sonre el seno generoso de Elsa Maxwell... Pero el hijo de Edouard, criado en el serrallo, consigue deslindar lo verdadero de lo artificioso, los diamantes de las lentejuelas. Y sospecha y nos invita a sospechar —algo que por otra parte ya sabíamos— que las lentejuelas brillan más que los diamantes y que lo artificioso es a menudo más auténtico que la verdad» (Jean-François Josselin, Le Nouvel Observateur).

«François-Olivier Rousseau tiene genes comunes con Patrick Modiano, pero su escritura es mucho más carnal y sobre todo más malvada, pero también más tierna» (Françoise Xenakis, Le Matin).

«Ningún autor de su generación ha conseguido llegar a la altura que Rousseau ha alcanzado... Una sorprendente madurez» (Angelo Rinaldi, L'Express).

ISBN978-84-339-3031-6
EAN9788433930316
PVP CON IVA7.80 €
NOTA DE LA EDITORIALNo disponible. La editorial indica que está descatalogado o agotado indefinidamente
NÚM. DE PÁGINAS220
COLECCIÓNPanorama de narrativas
CÓDIGOPN 31
TRADUCCIÓNJoaquín Jordá
PUBLICACIÓN01/03/1983
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François-Olivier Rousseau

François-Olivier Rousseau

François-Olivier Rousseau nació en 1947. Además de su colaboración como crítico literario en Le Nouvel Observateur y otras revistas francesas, ha publicado, entre otras, las novelas La mirada del viajero (1978), El hijo del astro (1981) —que fue galardonada con el Premio Médicis y lo consagró como el escritor más destacado de su generación—, Sébastien Doré (1985) —Premio Marcel Proust 1986— y La Gare de Wannsee (1988) —Grand prix du roman de l'Académie française 1988—.