Un buen detective no se casa jamás
Un buen detective no se casa jamás

Un buen detective no se casa jamás

Zarco, aquel detective tan poco convencional de Black, black, black, cuarentón y gay, ex marido de Paula y luego novio de Olmo -tan joven, tan seductor, y ahora tan infiel- se va de viaje. Para olvidar y para que le olviden. También para huir de la compasión irónica de su ex mujer. Se refugiará en el riurau que la riquísima familia de Marina Frankel, una antigua amiga, tiene en las afueras de una ciudad de la costa mediterránea.

Marina pertenece a una estirpe de gemelas monocigóticas: Amparo y Janni, la primera generación; Marina y su hermana llse; las hijas de llse. Abandonadas por Janni cuando eran niñas, Marina e llse han sido criadas por la tremenda Amparo, única heredera del viejo Orts, que con su vitalidad y su rústico talento para los negocios ha multiplicado la fortuna familiar. Ya mayor, Amparo se casa con Marcos Cambra, un bello podólogo que se parece a Delon, y vive en el riurau rodeado de mujeres que representan las dos caras de una extraña moneda familiar: una casi fea, la otra bellísima. El camaleónico poder de las hermanas rodea de misterio a esta familia de espesa femineidad y enigmas múltiples. Zarco, inesperado detective nunca escueto en palabras, los irá desvelando uno a uno, aunque de repente note, en su interior más recóndito, que también él necesita que alguien lo encuentre...

Este libro es una moderna novela detectivesca y un cuento de hadas que transcurre en el castillo de un país de nunca jamás y acaba con un banquete de celebración. Hay una madrastra, un padre muerto o mudo, una bella a quien vemos dormir, un príncipe sapo, un zapato de cristal, una criada fiel, conjuros para convocar la suerte, un tesoro, la ilusión de un hada madrina, Pepito Grillo, habitaciones cerradas en las que siempre pasa algo que no podemos ver. Y retratos y espejos, infinitos espejos. 

En esta novela se abordan las psicopatologías -políticas, sociales- propias de los cuentos de hadas: sexo, pareja, matrimonio, incesto, duplicidad, castidad, maltrato, la posibilidad de que la madrastra sea la madre y la madre la madrastra, envidia, vampirismo, travestismo, necrofilia, adicciones, servidumbre, abyección... Porque todos somos más de una persona y la literatura quizá no debería empeñarse en ser discreta, recatada y natural como esas mujeres que se pintan sin que se note. Porque esta novela es una mujer que lleva los labios pintados por fuera, el rimel corrido, y tiene un aire a la loca de Chaillot... 

«Marta Sanz, ahora, nos da una ambiciosa – obliga a subrayarlo, por inusual – historia en la que el amor, haz y envés, cielo e infierno, lo cubre y lo enreda todo… No solo consigue poner en pie un torbellino de estupendas criaturas, gemelas monocigóticas, sino además las presenta con tal desparrame lingüístico, con una ambición de estilo y lenguaje tal, que esto incluso fuerza a enfatizarlo en estos tiempos. No dudo de que ya es una de las mayores sorpresa de la primavera» (Javier Goñi, El País).

«Marta Sanz vuelve a mostrar en Un detective no se casa jamás su dominio del lenguaje (y de sus juegos) y del registro satírico (de la novela de detectives, de la novela romántica), con una estupenda narración que tiene mucho de comentario social contemporáneo» (Manuel Rodríguez Rivero, Babelia, El País).

«Arturo Zarco pasa de un infierno a otro sin transición ni período de esplendor; de un dolor que quiere dejar atrás, por conocido, a un universo asfixiante que le promete desconocidas formas de sufrimiento y en el que las relaciones de rencor o dominación siguen vigentes y adquieren las debidas dimensiones criminales de una buena novela policíaca que se precie de serlo pese a su rompedora originalidad» (Iñaki Ezkerra, El Correo Español).

«Un excelente cóctel con ecos de boleros de obsesiones amorosas, de guiños a la Lolita de Nabokov y los ingredientes imprescindibles de los cuentos de princesas: la Bella Durmiente, la Madrastra, un príncipe podólogo y finalmente unas gotas del juego de suplantación que recuerda al Ripley de Highsmith. Un perfecto Martini seco con vodka, mezclado, no agitado… Lo mejor de la novela es como Marta Sanz convierte la trama en un divertido scrabble literario, donde el lenguaje es una cámara cinematográfica, un escarpelo Chabrol que disecciona la podredumbre moral de la burguesía. Y de paso, nos deja un final donde Paula, la exmujer de Zarco, parece ser el nuevo caso de este singular detective que hubiese enamorado por igual a Hitchcock, Chandler y Andy Warhol» (Guillermo Busutil, La Opinión de Málaga).

«La intensidad es la de Rebeca, de HitchcockUn buen detective confirmaque Sanz sigue buscando su voz como autora policiaca, menos negra de lo que parece, pero fascinante» (Laura Fernández, El Mundo).

«Se trata de una compleja novela cuajada de raras situaciones que, si por un lado tiene aspectos de novela detectivesca, se inclina por el otro, por personajes de cuento de hadas, en una gran demostración creativa» (Santiago Aizarna, El Diario Vasco).

«Una novela escrita con un lenguaje y un dominio narrativo que merece la pena detenerse en ella… La función de un buen detective es investigar, para desvelar lo que está oculto bajo la apariencia de la rutina. Y Zarco, cuarentón, gay y desengañado, se encuentra con unos personajes estrafalarios que encierran embrollos familiares, cuentos de hadas, historias románticas y, al final, también crímenes» (Martín Nogales, Diario de Navarra).

«Novela absorbente, que arrastra como un torrente, pues hay un continuo bombardeo, de imágenes, sentimientos, pensamientos y acciones, que obligan a una lectura casi adictiva. Se recomienda darse un buen tiempo para leerla, pues es difícil interrumpir su lectura… Con una propuesta estilística original y deslumbrante, poco habitual en la literatura de género. Una estupenda novela» (José María Sánchez Pardo, Revista Prótesis).

«Una novela inteligente sobre lo mucho que ocurre cuando parece no ocurrir nada» (Domingo Ródenas, El Periódico).

«Un texto sólido, solidísimo, incuestionable, sin una sola grieta o fisura. Y lo que es aún más importante: con efectos hipnóticos… Si aceptas el reto que te propone Marta Sanz, ya solo queda dejarte arrastrar por ella y seguirla asombrado y con los ojos muy, muy abiertos para no perderte ni un solo detalle de ese mundo que va creando con cada palabra, con cada frase, con cada coma… Es un libro lúcido y rabioso, extraño y exigente, muy exigente. Toda una experiencia que se atreve a meterse en mil charcos y asumir mil riesgos… Al final, lo que te quedan son ganas de más y también una pregunta: ¿qué va a ser lo siguiente?, ¿hasta dónde va a llegar Marta Sanz con su próximo libro?» (Juan Vilá, blog Algo de libros).

ISBN978-84-339-7238-5
EAN9788433972385
PVP CON IVA19.9 €
NÚM. DE PÁGINAS320
COLECCIÓNNarrativas hispánicas
CÓDIGONH 495
PUBLICACIÓN01/01/2012
OTRAS EDICIONESCompactos (CM 644)
ISBN978-84-339-3342-3
EAN9788433933423
PVP CON IVA9.99 €
CÓDIGONH 495
PUBLICACIÓN01/01/2012
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Marta Sanz

Marta Sanz

Marta Sanz es doctora en Filología. En Anagrama ha publicado las novelas Black, black, black: «Admirable. Tiene la crueldad y la lucidez desoladora de una de las mejores novelas de Patricia Highsmith, El diario de Edith» (Rafael Reig, ABC); Un buen detective no se casa jamás: «Vuelve a mostrar su dominio del lenguaje (y de sus juegos) y del registro satírico (de la novela de detectives, de la novela romántica), con una estupenda narración» (Manuel Rodríguez Rivero, El País); Daniela Astor y la caja negra (Premio Tigre Juan, Premio Cálamo y Premio Estado Crítico): «Hipnótico, fascinante y sobrecogedor» (Jesús Ferrer, La Razón); una versión revisada y ampliada de La lección de anatomía: «Ha conseguido situarse en una posición de referencia de la literatura española, o, en palabras de Rafael Chirbes, “en el escalón superior”» (Sònia Hernández, La Vanguardia); Farándula (Premio Herralde de Novela): «Muy buena. Estilazo. Talento, brillo, viveza, nervio, inventiva verbal, verdad» (Marcos Ordóñez, El País); Clavícula: «Uno de los libros más crudos, brutales e impíos que haya leído en mucho rato» (Leila Guerriero); una nueva edición de Amor fou: «Una de las novelas más dolorosas de Marta Sanz... Las heridas que deja son una forma de lucidez» (Isaac Rosa), pequeñas mujeres rojas: «Una brutalidad literaria, un despliegue verbal que asombra» (Luisgé Martín), así como el ensayo Monstruas y centauras: «Extraordinario» (María Jesús Espinosa de los Monteros, Mercurio) y Persiana metálicas bajan de golpe: «Una propuesta literaria tan singular, tan diferente a lo que se factura hoy día en España…No, no exagero. Sanz es de las grandes» (Sara Mesa) y el diario íntimo Parte de mí: «Un maravilloso diario de pandemia en el que su origen no empaña la exigencia estilística… Quizá el libro más íntimo de su autora (Carmen R. Santos, El Imparcial).

Fotografía © Maria Rapela.