Seda salvaje
Seda salvaje

Seda salvaje

Seda salvaje cuenta la historia de una obsesión: la que el narrador y protagonista de este relato siente hacia la vida de las demás personas. Vidas y personas que el personaje imagina repletas de inalcanzables secretos, conspiraciones, traumas, todo aquello que contribuye a crear lo que él, en un momento determinado, denomina «la música del prójimo».

Esta «música del prójimo» no es más que la vida íntima de los otros, la cara oculta tras la fachada, fascinado por la cual el personaje central se adentrará más y más en terreno peligroso. Con la ayuda de un detective privado somete a vigilancia a su novia Fátima, con quien está a punto de contraer matrimonio, y a partir de ahí comenzará a descubrir cosas raras, unas veces reales y otras fantaseadas por él; se suceden así los malentendidos, la marcha nupcial se complica, se perfila un extrarradio a lo lejos, la tarta se tambalea.

Narrada con una prosa envolvente que oscila entre el tono irónico y la tragedia, la novela presta especial atención a una serie de personajes secundarios de efímera aparición, con sus existencias anónimas, insignificantes y prodigiosas. En el fondo, Seda salvaje es una historia de fantasmas que trata de demostrar que los fantasmas existen: son los que nos rodean.

ISBN978-84-339-1022-6
EAN9788433910226
PVP CON IVA8.4 €
NÚM. DE PÁGINAS144
COLECCIÓNNarrativas hispánicas
CÓDIGONH 192
PUBLICACIÓN06/11/1995
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Eloy Tizón

Eloy Tizón

Eloy Tizón (Madrid, 1964) ha publicado en Anagrama Velocidad de los jardines (1992), elegido por El País como «uno de los 100 libros españoles más signifi­cativos de los últimos 25 años» y seleccionado por la revista Quimera entre «los mejores libros de cuentos de la literatura española del siglo XX.» También es autor de las novelas Seda salvaje (1995, finalista del Premio Herralde), Labia (2001), La voz cantante (2004) y Parpadeos (2006), todas ellas recibidas con una entusiasta aco­gida crítica: «Desde el principio, Eloy Tizón parecía destinado a aceptar los mayores desafíos. Un ejerci­cio de metaliteratura de primera magnitud. Y sigo creyendo que dada la brillantez de este excepcional escritor, debería verse mejor recompensado por la lectura masiva que su calidad merece» (Rafael Con­te, El País); «Prosa elegante y concisa, inteligente sin exhibicionismo, provocadora sin estridencias. Una escritura corrosiva, pero también angélica» (J. A. Masoliver Ródenas, La Vanguardia); «Eloy Tizón cuenta con maestría, con sobriedad ejemplar, inclu­so con modélico laconismo, y con prosa inventiva, nunca tópica ni plana, que no se deroga en vanas or­namentaciones; es dueño siempre de la narración, pues controla con sabiduría sus tempos, sus ritmos, evita la monotonía, sabe ser divertido, evita el pate­tismo, orilla la grandilocuencia, destila suave humor. Ratifica con La voz cantante sus condiciones de ex­celente, riguroso narrador, que a su edad puede dar mucho de sí» (Miguel García-Posada, ABC); «La voz cantante es una bellísima novela, una lección de literatura con mayúsculas iluminada a cada paso por la hoguera de la imaginación lírica. Y un texto, sobre todo, que sitúa a Eloy Tizón como uno de los pocos narradores del panorama actual dispuestos a jugar hasta el final la baza del inconformismo, la experi­mentación y el compromiso con la literatura» (Ángel Zapata, Muface). 

Foto © Robert Ramos