Para una democracia socialista
«A estas alturas parece estar claro que el socialismo, como organización de transición del capitalismo a la hipotética sociedad comunista, presenta serios problemas. Tantos y tan serios, que la perspectiva de esta última sociedad ha quedado como aplazada y en todo caso envuelta en la incertidumbre.
Hay sin embargo una tradición socialista que prefiere negar los problemas, reduciéndolos a simples «dificultades» del «avance». Las razones que pueden apoyar esta negación, como la exigencia de ofrecer resistencia a la acción ideológica de la dominación de clase, o la de «preservar la fe» en el ideal socialista, no resisten un examen serio.»
Fragmento de la Introducción al cuaderno, a cargo de J.-R. Capella.
Serie: Documentos.
Sinopsis
«A estas alturas parece estar claro que el socialismo, como organización de transición del capitalismo a la hipotética sociedad comunista, presenta serios problemas. Tantos y tan serios, que la perspectiva de esta última sociedad ha quedado como aplazada y en todo caso envuelta en la incertidumbre.
Hay sin embargo una tradición socialista que prefiere negar los problemas, reduciéndolos a simples «dificultades» del «avance». Las razones que pueden apoyar esta negación, como la exigencia de ofrecer resistencia a la acción ideológica de la dominación de clase, o la de «preservar la fe» en el ideal socialista, no resisten un examen serio.»
Fragmento de la Introducción al cuaderno, a cargo de J.-R. Capella.
Serie: Documentos.