Transversales
Finalista del V Premio Anagrama de Ensayo.
Desde que la literatura se ha visto reducida a objeto de consumo —es decir: desde que «la literatura» existe— todos los escritores y todas las obras han asistido a la clausura de su vigor en la asfixia mercantil.
Pero, de algún modo, se ha puesto al mismo tiempo en marcha un proceso que rompe por todos lados las clasificaciones y permite hablar en la literatura a las voces de los condenados de la Tierra —confiando en que dentro de los libros se estarán formalitos.
En un estatuto similar navegan hoy el arte y la ciencia.
Investigar cómo a veces es posible escapar a tan pesada servidumbre ha sido desde hace tiempo tarea de grandes científicos, artistas y literatos. Y es el deseo de hacer hablar a algunos de ellos de tal proceso, recorriendo en un paseo los territorios heteróclitos que inevitablemente lo surcan, lo que da origen a este libro, que sólo querría ser una contribución deudora y solidaria de ese esfuerzo.
El autor, José Luis Pardo, madrileño, con 22 años de edad, resultó finalista, con este texto, del V Premio Anagrama de Ensayo, otorgado en Barcelona, el 17 de diciembre de 1976, por un jurado compuesto por Salvador Clotas, Luis Goytisolo, Xavier Rubert de Ventós, Mario Vargas Llosa y el editor Jorde Herralde, sin voto.
Sinopsis
Desde que la literatura se ha visto reducida a objeto de consumo —es decir: desde que «la literatura» existe— todos los escritores y todas las obras han asistido a la clausura de su vigor en la asfixia mercantil.
Pero, de algún modo, se ha puesto al mismo tiempo en marcha un proceso que rompe por todos lados las clasificaciones y permite hablar en la literatura a las voces de los condenados de la Tierra —confiando en que dentro de los libros se estarán formalitos.
En un estatuto similar navegan hoy el arte y la ciencia.
Investigar cómo a veces es posible escapar a tan pesada servidumbre ha sido desde hace tiempo tarea de grandes científicos, artistas y literatos. Y es el deseo de hacer hablar a algunos de ellos de tal proceso, recorriendo en un paseo los territorios heteróclitos que inevitablemente lo surcan, lo que da origen a este libro, que sólo querría ser una contribución deudora y solidaria de ese esfuerzo.
El autor, José Luis Pardo, madrileño, con 22 años de edad, resultó finalista, con este texto, del V Premio Anagrama de Ensayo, otorgado en Barcelona, el 17 de diciembre de 1976, por un jurado compuesto por Salvador Clotas, Luis Goytisolo, Xavier Rubert de Ventós, Mario Vargas Llosa y el editor Jorde Herralde, sin voto.