La librería Notapuan, ubicada en San Isidro, Buenos Aires, ofrece libros, música, arte, talleres, presentaciones exposiciones, recitales. También podéis disfrutar de un café o comida en su restaurant. Tomamos un café virtual con sus libreros Milagros, Carmela y Fernando y esto es lo que nos han contado:

¿Cómo lleváis estos días? ¿Qué mensaje enviarías a los lectores desde tu confinamiento?

Estos días han sido duros para nosotres. Si bien apoyamos plenamente las medidas de seguridad tomadas por el gobierno, somos un comercio pequeño y estar frenades tantos días es peligroso para la supervivencia del local. Para nosotres, la experiencia más importante como libreres tiene que ver con el afecto que se genera en los vínculos entre cliente y librere. Nos parece que recomendar un buen libro es, en cierta medida, algo íntimo y nos da miedo que el aislamiento provoque más miedo y nos aleje.

El mensaje que queremos dar sería que seguimos acá: que se pueden acercar a nosotres, aunque tenga que ser de otra forma. Contestamos consultas por Instagram, mandamos audios recomendando libros en base a las preferencias de cada une. 

¿Qué actividades está haciendo la librería durante estos días?

La librería permanece cerrada en pos de la cuarentena obligatoria pero estamos tratando de mantenernos activos en redes. Estamos trabajando con emprendimientos locales, como Lectura Futura o Mi librería, para no desaparecer del mapa. Con estas propuestas, les clientes pueden comprar vales que les habilitan compras futuras en la librería. En el caso de Lectura Futura, ese dinero queda a su favor para que elles lo gasten en cualquier producto que elijan de la librería, una vez que finalice la cuarentena. Con Mi Librería la idea es generar sorteos y mantenernos conectades con otras librerías y editoriales independientes locales. Esto nos permite que entre un caudal de dinero con el que podemos sostener minimamente la librería, pero sobre todo, es la promesa de un contacto futuro con nuestra clientela fiel, que en este momento nos parece un faro.

¿Qué haréis cuando volvamos a la normalidad?

Primero que todo, abrazarnos. Después, sentarnos a repensar algunas cosas respecto de cómo llevamos nuestro local. Somos una librería bastante chapada a la antigua y a veces tenemos un vínculo un poco áspero con todo lo virtual. El tema del aislamiento nos obliga a repensar formas de venta que puedan incluir a todes, a pesar del encierro, pero siempre con el norte de no perder nuestra esencia como librería de barrio, familiar, movida por el afecto. Agiornarnos sin despersonalizarnos. Tuvimos una respuesta muy cálida de todes nuestres clientes gracias a estas propuestas a futuro y verles y poder reactivar la venta cara a cara, y sobre todo la conversación que se da en ese espacio, es algo que esperamos con ansias.

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¡Gracias, Milagros, Carmela y Fernando y al equipo de la librería Notapuan, en Argentina!

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