Una historia verdadera basada en mentiras

Dos jovencitas cuentan su historia, y los relatos se entretejen como las hebras de una misma tela. Leonora es hija de madre soltera. Vive en las afueras de Ciudad de México, y sobrevive juntando las ramas con que se fabrican las escobas que usan jardineros y barrenderos. Piensa que ella es una niña-­escoba, que su voz suena como el ruido que se hace al barrer... Su madre la envía con sus hermanas a un convento, donde les enseñarán a leer y a escribir y las prepararán para ser criadas de las familias ricas de la ciudad. Cuando tiene trece años, Leonora es escogida entre las otras internas del convento por la joven señora O'Conner. Y cuando cumple dieciséis, es seducida por el señor de la casa...

Años más tarde, la narradora es Aura, la niña nacida de aquella seducción. Fue adoptada por los O'Conner, y no sabe que su madre es su criada...

«La prosa transparente y musical de Jennifer Clement conduce al lector a las turbias profundidades de la historia. Una obra espléndida de una gran narradora que utiliza todos sus trucos con mano maestra para deleitar y perturbar al lector» (Stephen Bovey, The Times).

«Una novela audaz, innovadora, la convincente construcción de la conciencia de una jovencita atrapada en un implacable sistema de clases; la extraña complicidad entre las mujeres está magistralmente descrita, así como la atmósfera de invernadero de la casa de los O'Conner. La exquisita mezcla de lo real más extravagante y lo fabuloso exacerbado ejerce un efecto hipnótico sobre el lector» (Jean McNeil, Times Literary Supplement).

«Ajena al crudo realismo, más cercano a la crónica periodística que a la literatura, Jennifer Clement logra cautivar con una prosa sencilla, pero no simple. Retoma un melodrama popular y con este material supuestamente deleznable consigue mantener el difícil equilibrio entre realismo y magia que exigía la narración de esta historia» (Guillermo Samperio, Reforma, México).

«Una novela escrita con un estilo desnudo y poético, que va revelando sus secretos como una muñeca rusa; el resultado es sencillamente memorable» (Publishers Weekly).