Nada se opone a la noche
Nada se opone a la noche

Nada se opone a la noche

Después de encontrar a Lucile, su madre, muerta en misteriosas circunstancias, Delphine de Vigan se convierte en una sagaz detective dispuesta a reconstruir la vida de la desaparecida. Los cientos de fotografías tomadas durante años, la crónica de George, abuelo de Delphine, registrada en cintas de casete, las vacaciones de la familia filmadas en súper ocho, o las conversaciones mantenidas por la escritora con sus hermanos, son los materiales de los que se nutre la memoria de los Poirier.

Nos hallamos ante una espléndida, sobrecogedora crónica familiar en el París de los años cincuenta, sesenta y setenta, pero también ante una reflexión en el tiempo presente sobre la «verdad» de la escritura. Y muy pronto descubrimos, detectives-lectores también nosotros, que son muchas las versiones de una misma historia, y que narrar implica elegir una de esas versiones y una manera de contarla, y que esta elección a veces es dolorosa.

En el transcurso del viaje de la cronista al pasado de su familia y a su propia infancia irán aflorando los secretos más oscuros. «Escribo de Lucile con mis ojos de niña que creció demasiado deprisa, escribo ese misterio que siempre fue ella para mí, a la vez tan presente y tan lejana, ella, que, desde que cumplí diez años, nunca más me cogió en brazos.»

Para Delphine de Vigan, escribir sobre su madre es cerrar heridas abiertas muchos años atrás, y recuperar la novela familiar es emprender un camino de catarsis y de superación del duelo, a la manera del que nos descubre Roland Barthes en sus escritos póstumos. Pero es también un ejercicio de alto riesgo, puesto que en el curso de esta investigación expone ante los miembros de su familia, como si ellos no fueran más que lectores anónimos en la multitud, su propio secreto más terrible.

«Conducido como una investigación policial, con sus callejones sin salida, sus pistas falsas y los testimonios que ocultan tanto como dicen, esta novela es un bello canto de amor filial» (Fabrice Gaignault, Marie Claire).

«El resultado se revela cautivador y salvífico» (Alexandre Fillon, Le Figaro).

«Un texto híbrido, muy contemporáneo, que da testimonio del carácter cada vez más indefinido, poroso e inaprensible de las fronteras entre los géneros narrativos, entre lo real y lo imaginario, pero que al mismo tiempo permanece firmemente centrado en el eterno tema de la familia, omnipresente en el libro de De Vigan» (Nathalie Crom, Télérama).

«Una escritura cortante, sin adornos, para responder a preguntas que nos obsesionan a todos: ¿de dónde venimos, y qué es lo que nosotros, a nuestro turno, vamos a transmitir? Desgarradora» (Paris Match).

«Un relato sensible y fascinante, que nos devuelve el eco de nuestras propias heridas» (L'Express).

 

«Este magnífico testimonio la confirma escritora contemporánea de referencia… Sus reflexiones sobre la necesidad de escribir para aprehender la realidad o sobre el significado de la lectura y la cultura para el desarrollo intelectual y moral del individuo componen uno de los centros de atracción más poderosos del libro. Son muchas las razones por las que Nada se opone a la noche se convirtió en la novela más galardonada en 2011 en Francia, con cinco premios, y la más vendida, con 500.000 ejemplares. De Vigan está reinterpretando su familia… Su libro se acaba convirtiendo en un perfecto espejo donde se refleja lo que se podría considerar alma familiar o ADN emocional… La intensidad del libro es, sin duda, otro de los méritos de esta espléndida obra… Esta novela, en su voluntad de interpretar la superficie, nos arrastra hacia estratos abisales donde se configura lo que somos. En definitiva, imprescindible» (Sònia Hernández, La Vanguardia).

«La escritora indaga en el origen de un dolor interno que, más que conocer, intuye. Un rastro que la llevará a descubrir, bajo ese telón de familia ejemplar, secretos ocultos… La obra se planteó como una cartografía personal, pero la narración también se erige como una oportuna y sincera reflexión sobre la objetividad de la memoria y la función de la literatura –sus posibilidades, dificultades y límites–, al abordar los irregulares y complejos contornos biográficos» (Javier Ors, La Razón).

«De Vigan esculpe una historia conmovedora y enormemente contemporánea, existencial, al abrir en canal la memoria familiar… De Vigan se enfrenta a la violencia de los secretos con el arma de la escritura, en un ejercicio experimental que supone también una reflexión sobre la propia redacción… Una novela rotunda, violenta, pero con esa armónica fragilidad de los vínculos afectivos… Es también un canto a la supervivencia, al amor irrenunciable, enfurecido y resignado a los nuestros. A la madre que nos tocó y a la madre que nos hubiera gustado tener. A la madre que nos cuidó y a la que no nos protegió, a la que estuvo y a la que se ausentó. A la madre viva y a la madre muerta. Un canto a la herida mortal que nos conforma y nos destruye, como un estigma invisible, y que la mayoría llama familia» (Sandra Faginas, La Voz de Galicia).

«Un relato híbrido y oscuro que mezcla narrativa convencional y autobiografía» (Lucía Lijtmaer, Marie Claire).

«Una novela catártica en la que trata de entender la vida y muerte de su madre» (Isabel Loscertales, Woman).

«La novela de Delphine de Vigan, que ya arrasó en Francia el año pasado, aterriza en nuestro país con la intención de llegarte al corazón» (Glamour).

ISBN978-84-339-7842-4
EAN9788433978424
PVP CON IVA19.9 €
NÚM. DE PÁGINAS376
COLECCIÓNPanorama de narrativas
CÓDIGOPN 812
TRADUCCIÓNJuan Carlos Durán
PUBLICACIÓN30/08/2012
OTRAS EDICIONESCompactos (CM 633)
Compactos 50 (CM50 25)
ISBN978-84-339-3391-1
EAN9788433933911
PVP CON IVA10.99 €
CÓDIGOPN 812
TRADUCCIÓNJuan Carlos Durán
PUBLICACIÓN30/08/2012
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Delphine de Vigan

Delphine de Vigan

Delphine de Vigan (Boulogne-Billancourt, 1966) vive en París. En Anagrama ha publicado, desde 2012: Días sin hambre: «Maneja la materia autobiográfica con una contención que remite a Marguerite Duras» (Marta Sanz); No y yo: «Maestría y ternura... Una novela atípica» (Juanjo M. Jambrina, Jot Down); Las horas subterráneas: «Sensible, inquietante y un poco triste. Triste y soberbia» (François Busnel, L’Express); Nada se opone a la noche, que la consagró internacionalmente, ha vendido en Francia más de ochocientos mil ejemplares, ha sido publicada por una veintena de editoriales extranjeras y ha recibido el Premio de Novela Fnac, el Premio de Novela de las Televisiones Francesas, el Premio Renaudot de los Institutos de Francia, el Gran Premio de la Heroína Madame Figaro y el Gran Premio de las Lectoras de Elle: «Este magnífico testimonio la confirma como una escritora contemporánea de referencia. Imprescindible» (Sònia Hernández, La Vanguardia); «Con sobriedad y precisión, sin sentimentalismo (pero no sin sentimiento), Delphine de Vigan firma una inteligente, magnífica e implacable novela» (Elvira Navarro); Basada en hechos reales, galardonada con el Premio Renaudot y el Goncourt de los Estudiantes, y llevada al cine por Roman Polanski: «Hace alarde de maestría expresiva para disolver los límites de lo que es verdad y lo que es mentira... Apasiona» (Robert Saladrigas, La Vanguardia); Las lealtades: «Perturbadora» (Javier Aparicio Maydeu, El País); «Cuestiona a una sociedad que mira hacia otro lado, ante las violencias soterradas» (Lourdes Ventura, El Mundo); y Las gratitudes: «Pequeño prodigio con el que la autora francesa reflexiona sobre la vejez, la soledad y la importancia de las palabras» (David Morán, ABC). Los reyes de la casa: «Un thriller que se te pega a las manos, denuncia del horror que en cubren las redes sociales manejadas por niños y adultos codiciosos» (Elena Pita, El Periódico).

Fotografía © Benjamin Chelly.