Gasolina
Gasolina

Gasolina

Ante el telón de fondo de un Nueva York difuminado y abstracto, Gasolina empieza con una sucesión de ráfagas de la vida de Heribert, un pintor en la cumbre de una fama conquistada a codazos. Lo descubrimos un primero de enero, entre las sábanas del lecho de su amante, con la vaga impresión de que, además del año, ha cambiado la mirada con la que observaba el mundo: los objetos y las personas que le rodean se le aparecen cada vez más distantes e injustificables cuanto más distante e injustificablemente se comporta él. 

Por primera vez en la vida, pierde las ganas de pintar. Aburrido, se duerme mientras hace el amor. Como un fantasma, se pasea por cócteles y parties -entre sonrisas y palmaditas en la espalda de pintores y marchantes-, descubre que Helena -que es, a la vez, su mujer y su galerista- le engaña con un pintor novato, y se encuentra desarmado a la hora de seducir a una adolescente (y es ella quien lo seduce a él, que se deja hacer, apático). Mientras tanto...

«Yo definiría la modernidad de Quim Monzó (como la de Handke, Wenders y tutti quanti) como una nueva manera de mirar, una nueva lógica discursiva sobre el banal, pero siempre fascinante, acto de mirar» (Antoni Munné, El País).

ISBN978-84-339-0993-0
EAN9788433909930
PVP CON IVA17.9 €
NÚM. DE PÁGINAS192
COLECCIÓNNarrativas hispánicas
CÓDIGONH 183
TRADUCCIÓNJoaquín Jordá
PUBLICACIÓN01/05/1995
OTRAS EDICIONESCompactos (CM 485)
Contraseñas (CO 58)
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Quim Monzó

Quim Monzó

Quim Monzó, Barcelona 1952, se ha convertido en el indiscutible primer escritor de su generación, en lengua catalana. Anagrama ha publicado en castellano las novelas Gasolina y La magnitud de la tragedia y los libros de relatos Melocotón de manzana, La isla de Maians, El porqué de las cosas, Guadalajara, Ochenta y seis cuentos, El mejor de los mundos y Mil cretinos.

 

Foto © Maria Teresa Slanzi