Parpadeos
Parpadeos

Parpadeos

Basta un leve parpadeo para que una ciudad entera se transforme ante nuestros ojos, el mundo se venga abajo, alguien nazca, alguien muera, recibamos por sorpresa la visita de la adversidad o la fortuna. En una milésima de segundo puede uno alcanzar la riqueza o arruinarse, ganar o perder, enamorarse o dejar de amar... o puede contar un cuento. El parpadeo es la posibilidad microscópica de un cambio. 

Este libro reúne trece historias cotidianas y a la vez excepcionales, observadas fotograma a fotograma, procedentes del mundo de la imaginación, de los sueños, de la literatura, de viajes a través del espacio y el tiempo -al futuro o al pasado-, donde lo usual se transfigura en imprevisto y, por ejemplo, los pájaros lloran, los peces vuelan, los gatos calzan botas, los robots sufren como personas, los fantasmas se pasean por la calle, en el descansillo de la escalera aparece con toda naturalidad un león suelto, y un simple trayecto en ascensor puede convertirse en umbral de una experiencia peligrosa. 

Como escribió Ana María Navales en Heraldo de Aragón: «Los libros de Eloy Tizón nos conducen a un mundo propio, al intento de descubrir armas secretas, armarios reveladores de inusuales experiencias, y allí, como forma de reconocer el puzzle de su misterio, la multiplicación de las voces, la sorpresa como materia, la malicia como espíritu, la sensibilidad como pensamiento, esa alquimia de la palabra capaz de convertir en oro todo lo que toca.»

Por su parte, el profesor Ángel García Galiana define al autor en su ensayo El fin de la sospecha: «Escritor de asombros y temblores, que defiende para su escritura la misma lentitud germinativa de los jardines. Narrador de la memoria, de la palabra precisa, de la literatura como don de amor, como salvación, como hábito moral con que vestir la absurda (de otro modo) realidad; de ahí su explícito empeño en escribir bien, por asumir en propia carne y sangre que la sintaxis no es sino un movimiento del alma.»

Tras el celebrado volumen de relatos Velocidad de los jardines -escogido por la revista Quimera, en una encuesta entre críticos, como «uno de los mejores libros de cuentos de la literatura española del siglo XX»-, he aquí trece nuevas narraciones breves, trece miniaturas sobre las que el autor derrama su mirada lírica, intensa, compasiva y secretamente maliciosa: parpadeante.

ISBN978-84-339-7134-0
EAN9788433971340
PVP CON IVA16.9 €
NÚM. DE PÁGINAS144
COLECCIÓNNarrativas hispánicas
CÓDIGONH 396
PUBLICACIÓN24/05/2006
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Eloy Tizón

Eloy Tizón

Eloy Tizón (Madrid, 1964) ha publicado en Anagrama Velocidad de los jardines (1992), elegido por El País como «uno de los 100 libros españoles más signifi­cativos de los últimos 25 años» y seleccionado por la revista Quimera entre «los mejores libros de cuentos de la literatura española del siglo XX.» También es autor de las novelas Seda salvaje (1995, finalista del Premio Herralde), Labia (2001), La voz cantante (2004) y Parpadeos (2006), todas ellas recibidas con una entusiasta aco­gida crítica: «Desde el principio, Eloy Tizón parecía destinado a aceptar los mayores desafíos. Un ejerci­cio de metaliteratura de primera magnitud. Y sigo creyendo que dada la brillantez de este excepcional escritor, debería verse mejor recompensado por la lectura masiva que su calidad merece» (Rafael Con­te, El País); «Prosa elegante y concisa, inteligente sin exhibicionismo, provocadora sin estridencias. Una escritura corrosiva, pero también angélica» (J. A. Masoliver Ródenas, La Vanguardia); «Eloy Tizón cuenta con maestría, con sobriedad ejemplar, inclu­so con modélico laconismo, y con prosa inventiva, nunca tópica ni plana, que no se deroga en vanas or­namentaciones; es dueño siempre de la narración, pues controla con sabiduría sus tempos, sus ritmos, evita la monotonía, sabe ser divertido, evita el pate­tismo, orilla la grandilocuencia, destila suave humor. Ratifica con La voz cantante sus condiciones de ex­celente, riguroso narrador, que a su edad puede dar mucho de sí» (Miguel García-Posada, ABC); «La voz cantante es una bellísima novela, una lección de literatura con mayúsculas iluminada a cada paso por la hoguera de la imaginación lírica. Y un texto, sobre todo, que sitúa a Eloy Tizón como uno de los pocos narradores del panorama actual dispuestos a jugar hasta el final la baza del inconformismo, la experi­mentación y el compromiso con la literatura» (Ángel Zapata, Muface). 

Foto © Robert Ramos