Tenemos que hablar de Kevin
Tenemos que hablar de Kevin

Tenemos que hablar de Kevin

Eva es una mujer satisfecha consigo misma. Es autora y editora de guías de viaje para gente tan urbana y feliz como ella, tiene su propia empresa y recorre el mundo buscando material para sus libros.

Casada desde hace tres años con Franklin, un fotógrafo e iluminador que trabaja en publicidad, decide, ya cerca de los cuarenta años y tras muchas dudas, tener un hijo. Y el producto de tan indecisa decisión será Kevin.

Eva ha optado por la maternidad en un acto de amor, una noche en la que inesperada tardanza de su marido y la angustia e la espera la hicieron tomar consciencia de la mortalidad de Franklin, de su propia mortalidad. Pero, casi desde el comienzo, nada se parece a los inefables mitos familiares de la clase media urbana y feliz. Para empezar, Eva siente que Franklin se ha apoderado de su maternidad y la está convirtiendo a ella en el mero contenedor del hijo por nacer, privándola de placeres tan apreciados por Eva como el sexo, la gimnasia o el vino. Y cuando nace, Kevin es el típico bebé difícil que tortura a los padres con sus llantos, que no quiere comer y hasta parece rechazar a su madre. Y con el tiempo se convertirá en el terror de las niñeras, en un adolescente terrible, en el monstruoso antihéroe a quien nada le interesa sino la belleza de la pura maldad. Y en ese trayecto con final sangriento, dos días antes de cumplir los dieciséis años, el niño es un enigma para su madre, que nunca le ha podido querer.

«Una de las obras de ficción más notables del año. Alfo así como Mujeres desesperadas escrita por Eurípides» (A. Craig, New Statesman).

«La prosa elegante y minuciosa de Shirver nos recuerda a Don DeLillo. La historia que cuenta es hipnótica y perversa» (Sandra Roberts).

«Una novela excelente: por su inteligencia, su lucidez, su sentido del humor –extraño, macabro a veces, pero siempre eficaz– y también, desde luego, por la audacia con que ataca uno de los mitos, el de la maternidad feliz, más intocables de la cultura en que vivimos» (Laura Freixas, La Vanguardia).

ISBN978-84-339-7350-4
EAN9788433973504
PVP CON IVA15.9 €
NÚM. DE PÁGINAS608
COLECCIÓNCompactos
CÓDIGOCM 494
TRADUCCIÓNJavier Calzada
PUBLICACIÓN07/05/2009
OTRAS EDICIONESCompactos 50 (CM50 29)
Panorama de narrativas (PN 663)
ISBN978-84-339-3864-0
EAN9788433938640
PVP CON IVA11.99 €
CÓDIGOCM 494
TRADUCCIÓNJavier Calzada
PUBLICACIÓN07/05/2009
RESEÑAS PRENSA
Letras Libres
COMPARTE EN:
 
Lionel Shriver

Lionel Shriver

Lionel Shriver nació en 1957, en Carolina del Norte. Periodista y escritora, estudió en la Universidad de Columbia, ha vivido en Nairobi, Belfast y Bangkok, y en la actualidad reside en Londres. Después de varias novelas, en el año 2005 ganó el prestigioso Premio Orange con Tenemos que hablar de Kevin, que se convirtió en un bestseller internacional y consagró a la autora: «Un libro muy valiente, muy arriesgado, muy trabajado y muy impactante, sin concesiones ni gratuidades, de poderoso calado literario» (José María Guelbenzu, El País). Además de esta, Anagrama también ha publicado sus siguientes novelas: El mundo después del cumpleaños: «Una escritora que va siempre a por todas» (Pablo Martínez Zarracina); «Repleta de humor inteligente» (Ramón Loureiro, La Voz de Galicia); Todo esto para qué: «Mordaz y de un humor negrísimo, después de leer a Shriver ya todas las demás nos parecen tontas e insulsas» (Gabriela Wiener, Marie Claire); «Me leí su novela anterior, El día después del cumpleaños, y no quiero dejar de leerme todo lo que hace» (Lola Beccaria, El País); «Lionel Shriver no escribe, construye bombas» (Laura Fernández, El Mundo); Big Brother: «La lucidez de Lionel Shriver nos da siempre un merecido y a ratos hilarante bofetón. Nos mantiene despiertos» (Marta Sanz, El Confidencial); y Los Mandible: «Shriver perfecciona su condición de cronista social... La autoconsciente brillantez de sus diálogos y el satírico aliento de su prosa se con-juran, como en las mejores novelas de Jonathan Franzen o Jeffrey Eugenides, a favor de sus personajes, que siempre resultan cercanos» (Sergi Sánchez, El Periódico).

Foto: © Maria Teresa Slanzi